jueves, 24 de junio de 2010

¿Vino tinto milagroso….o potencialmente peligroso?

Componentes tradicionales de la información de una etiqueta de vino, 
además de las provenientes de las normas nacionales


He procedido a quitar el artículo que fundamentaba el título del encabezado “Vino milagroso…o potencialmente peligroso”, que trataba de mostrar un hecho bizarro y nada común en materia de publicidad. Una empresa de vinos vendió un espacio de su etiqueta para que otra empresa, de medicamentos para uso humano, hiciera propaganda en la misma, saliéndose de toda norma establecida y cometiendo un abuso propagandístico en perjuicio de los potenciales consumidores. Ambas empresas me expresaron su preocupación por los efectos e influencia de mi artículo, asegurándome, al mismo tiempo, que nunca el medicamento escrito en la etiqueta iba integrado dentro del vino. Reiteraron que sólo se utilizó la etiqueta como medio de propaganda para llegar a un grupo de médicos, a quienes se les donó las botellas del vino mencionado.
La empresa comercializadora del medicamento escrito en la etiqueta me hizo el pedido puntual de quitar mi artículo por el perjuicio que podría causarle y reconociendo que nunca fue su intención atentar contra los derechos del consumidor. Como mi intención no es perjudicar a empresas nacionales exitosas y en pleno crecimiento, acepté quitar el artículo, no sin antes complementar mi análisis con otras fundamentaciones relacionadas con el tema, principalmente derivado del uso incorrecto de la etiqueta. Les remarqué que si hubo un error, éste no provino de mi análisis, sino de la propia etiqueta, que tiene errores de diagramación y de utilización. Me explico.

1) Los errores de diagramación son los siguientes:

a) La etiqueta dice que el vino fue embotellado para el medicamento reductor del colesterol que esta escrito en ella, o sea como si el famoso medicamento fuese un sujeto, el que hizo el contrato para aparecer en la etiqueta; ella no dice que el vino fue embotellado para la empresa de medicamento X, aunque lleve su logo.
b) La etiqueta en ningún momento dice que es un artículo publicitario y, menos, que no es para la venta, como dicen, por ejemplo, las muestras médicas.
c) Los medicamentos escritos en la etiqueta están allí como mostrando que son parte de la composición del contenido de la botella. La etiqueta no dice "indicaciones para su uso" y ni siquiera la palabra "dosis". Recuerdo que es norma que todo envase debe llevar la descripción de su contenido.
d) La etiqueta tiene un Registro Sanitario, pero no se si ese permiso es para uso del medicamento o solo para el vino; esto podría conocerse fácilmente puesto que el SENASAG tiene o debería tener registrado el diseño de la etiqueta propietaria del Registro Sanitario, como sucede en todos las bases de datos de esa naturaleza.

2) Errores de utilización de la etiqueta, que desde mi punto de vista son los más graves, por lo siguiente:

a) Sin desconocer que muchas fábricas de licores y de vinos elaboran etiquetas personalizadas para ciertos clientes, no es lo mismo estampar el nombre de algún personaje en la etiqueta, que utilizar la etiqueta para publicitar un medicamento. En este sentido, la empresa de vinos tal vez peque por desconocimiento y alquila el espacio de su etiqueta con buena intención, sin embargo, percibo que la empresa dueña de los derechos del medicamento adolece de falta de ética en su publicidad, como buena parte de estas empresas que pretenden introducir sus medicamentos por cualquier medio. El tema ético es un tema que debiera ser abordado y analizado en este caso, más aún en un momento en que el Ministerio de Salud trata de establecer regulaciones al respecto. Acaba de sacar, por ejemplo, una publicación que lleva como título "Marco ético y código de conducta, para la regulación farmacéutica" (UNIMEDMSD; 2009. 53 p.). Las empresas farmacéuticas no pueden confundir la etiqueta de un vino con un tríptico publicitario que, además, debe estar regulado por el Ministerio de Salud y no por el SENASAG, por ser producto de consumo humano y para su tratamiento.
b) Las farmacéuticas operan de esta manera en países como el nuestro, donde creen que los médicos, tan solo por el hecho de recibir una botella de regalo vamos a tragarnos todos los sapos que tratan de vendernos. Estos mismos medios no los utilizarían, de ninguna manera, en sus países de origen o en los países desarrollados del Norte, donde es más rígida la regulación de la publicidad de los medicamentos y los medios utilizados.

Por todo lo que anoto, y porque le etiqueta decía que ella contenía “La asociación superior para reducir el colesterol”, me permití bautizar mi artículo con el nombre de Vino milagroso.....aunque potencialmente peligroso, como lo es, así como está escrito, aunque se excluya el vino de esta asociación superior.