Alumnas de enfermería explican diferentes formas no hospitalarias de prevenir el chagas |
En ocasión de la presentación del informe anual del
Presidente Evo Morales en el Municipio de Entre Ríos, Chapare, los sectores
sociales que participaron en el mismo, principalmente los cocaleros,
manifestaron al Presidente que los
sectores de justicia y salud son los que presentan mayores deficiencias. El
Presidente en actitud autocrítica reconoció que existe una deficiencia en el
sector salud, "especialmente en Cochabamba”.
Evidentemente, en el país el sector salud es un conglomerado
de sistemas que funcionan anárquicamente, sin atender de manera adecuada a sus
poblaciones objetivo. La propuesta presidencial de realizar una cumbre donde se
plantee una revolución en la salud pública no pudo ejecutarse en dos años y ha
sido postergada de manera indefinida.
Entretanto, hemos sido testigos de una serie de
acontecimientos que son indicadores de esta deficiencia sanitaria. Hemos visto
a los ancianos deambulando por asegurarse una atención permanente en algún
centro hospitalario, dentro de lo que tiene establecido el Seguro de Salud para
el Adulto Mayor (SSPAM), con resultados verdaderamente catastróficos. Se ha
hablado repetidamente de las deudas municipales y de la baja inversión de los
municipios en el sector salud, área que es permanentemente eludida como si no
fuera responsabilidad de los gobiernos locales y departamentales. Como
consecuencia, se tiene un sistema con baja capacidad resolutiva en el primer
nivel de atención, pero, sobre todo, en el segundo nivel, que es casi
inexistente. En Cochabamba existen varios hospitales diseñados y/o paralizados
en su construcción. La deficiencia es notoria en equipamiento, insumos,
infraestructura y recursos humanos. Todo esto configura un panorama desolador,
principalmente para la gente de escasos recursos y para la que vive en el área
rural.
Ignorando este diagnóstico, la Asamblea Legislativa
Departamental de Cochabamba ha aprobado una ley que recorta los recursos para
la atención gratuita de pacientes de escasos recursos por un monto de 550 mil
Bolivianos para la promoción turística del departamento en el Rally
Automovilístico Internacional del Dakar, medida a todas luces desubicada y
atentatoria contra la salud y la vida de nuestra población. Los asambleistas
que tomaron la decisión, evidentemente, recurren al eterno expediente de los gobiernos
conservadores de menospreciar la salud por satisfacer otros menesteres o
sectores, que en ningún caso serán más importantes que la salud. Menos Turismo y, mucho menos, una carrera de negativo impacto ambiental,
que es salud de la Madre Tierra.
En este sentido, el diagnóstico del Presidente me parece
equivocado cuando dice que "si no cambiamos la mentalidad de los médicos,
no servirá de nada implementar hospitales”. La salud es una integralidad que no
se logra sólo con médicos o con
hospitales, requiere, primero, voluntad política, visión de los políticos para
saber cómo se mejora la salud de la población y cómo se invierte en ello. Por
esto, lo primero que se debe buscar es cambiar la mentalidad de los políticos,
de esos asambleistas que prefieren el circo a la salud de la gente.
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