Desde cinco puntos diferentes de la ciudad salieron las columnas del Movimiento Sin Miedo con el afán de cerrar su campaña para las elecciones del Municipio de La Paz, este domingo pasado. Eran columnas ordenadas, alegres y juveniles. Muchos jóvenes de manera voluntaria se sumaron a estas columnas y a la campaña en general. Cada columna estaba precedida por un grupo de batuqueros: jóvenes con tambores de diferente tamaño y sonido que entonaban una marcha contagiosa, que invitaba a danzar o moverse al ritmo de su música, especialmente compuesta para levantar el ánimo de la militancia y de los simpatizantes del MSM. No son los tambores tipo bombo de los descamisados argentinos. Se parecen más a las batuqueadas brasileras, aunque con mayor diversidad de tambores y con una música que no es de samba propiamente.
Me sumé a la columna que venía de la zona sur, encabezada por Denise, candidata a Concejal por esa zona. Los tamboreros eran del grupo de los Vikingos Sin Miedo y el tambor mayor andaba sobre zancos y sobresalía del resto del grupo. Todo era alegría y optimismo. Me regalaron una propaganda muy original, unos condones que decían “Hágalo seguro, hágalo sin miedo”. Me recordaron que la política es como el sexo. Hay que votar seguro para tener buenos resultados.
En el campo ferial se fueron sumando los otros grupos. El presidido por Luís Revilla, el candidato a Alcalde que en toda la campaña demostró que tiene pasta y liderazgo para continuar el trabajo positivo de una década de los Sin Miedo. Desde Cotahuma venía encabezando otra columna el Alcalde Juan del Granado, que más que Alcalde es el líder nato del MSM. Se puede ser alcalde sin liderazgo, pero no se puede ser un buen alcalde si no se tiene liderazgo, menos en una ciudad grande como La Paz.
El cierre final fue una fiesta verde fosforescente con toques azulados, colores simpáticos que pintan un horizonte de esperanza.
Entretanto, los candidatos y voceros del MAS seguían vociferando contra el MSM y profiriendo amenazas de todo tipo. Al extremo que el vocero principal, de apellido Silva, y con vocación de francotirador, pidió la radicatoria de Juan del Granado, o sea, un arraigo preventivo basado en rumores, que parecía más una amenaza que un argumento, no sólo contra Juan, sino, contra todo aquél que ose desafiar o ganar una elección cualquiera. La candidata a Alcalde, en su desesperación, amenazó con parar las obras que ejecuta la municipalidad, múltiples obras en curso, intentando de esta manera dañar la imagen de la gestión del MSM, una de las mejores gestiones desde que yo tengo memoria administrativa y política. Las amenazas se dieron aún antes de que saliera a la luz la Ley Anticorrupción, que, así usada, más parece un látigo para castigar a los osados y desobedientes.
Fue una semana mala para la candidatura masista. Muchos exabruptos contra sus ex aliados y muchos apechugones con sus ex enemigos. Uno de ellos, que procede de PODEMOS, dirige la campaña de Eli Salguero. El otro, su primer Concejal, es de UN y hace sus esfuerzos para parecer un indigenista de verdad y no maquillado. La historia de los liderazgos y partidos que llegan a su cúspide parece iniciar su repetición. En las alturas sienten que no necesitan más aliados y comienzan a confundir a los amigos con sus enemigos y viceversa. Es más, se vuelven los más encarnizados enemigos de sus aliados, especialmente de los no genuflexos.
El mejor favor que se la ha hecho al MSM es jugarle con deslealtad. Esto le ha permitido salir de su cascarón paceño y abrirse al resto del país. Su presencia en la contienda electoral de más de cien municipios así lo demuestra.
Por estas consideraciones, y porque es importante continuar con un gestión de calidad, se impone la victoria del MSM en el Municipio de La Paz. Una victoria tal, podría permitir que desde la hoyada surja un prospecto político remozado y con discurso de izquierda. Algo nuevo y con energía juvenil, que en perspectiva sea una alternativa progresista e incluyente, que, hoy por hoy, la derecha no puede brindar. De ser así, tendremos batuqueada por mucho tiempo y en todo el país.