El Hospital del Sur, uno de los hospitales de Segundo Nivel abandonados en Cochabamba (foto Los Tiempos) |
Estoy impresionado cómo la presente campaña preeleccionaria está dando
rienda suelta a ofertas de lo más descomunales en materia de salud, donde el
hospital juega el rol central en prácticamente todas las campañas
proselitistas, pero principalmente en la del MAS, partido gobernante que maneja
el Ministerio de Salud desde hace 11 años.
El programa del MAS promete demagógicamente construir “4 hospitales de
cuarto nivel, al menos 14 hospitales de tercer nivel y 31 hospitales de segundo
nivel”. Frente a esta gran oferta hospitalaria la parte que corresponde a la
Atención Primaria resulta insignificante y sin trascendencia. O sea, la imagen
de la campaña es un retroceso estratégico en cuanto a las verdaderas soluciones
sanitarias, que pasan por ampliar la cobertura con servicios eficaces y baratos
pero en toda la población. Un poco plasmar su propio discurso del sistema único
de salud, de la pirámide de atención y del modelo familiar e intercultural.
Olvidando todo esto, la nueva oferta de un plumazo hace aparecer un
nuevo Nivel de Atención, el IV Nivel, que no está ni descrito ni normado en las
redes de establecimientos del Ministerio de Salud. Esto me hace recuerdo a los
Hoteles Gran Turismo, que aparecieron cuando los hoteles de cinco estrellas les
quedaron pequeños. Hoy el Presidente de la República anda ofreciendo hospitales
de cuarto nivel, a gusto y antojo de su percepción política, sin tomar en
cuenta los criterios que fueron normados por su propio Ministerio de Salud.
Estos criterios son poblacionales, epidemiológicos, técnicos, económicos y funcionales,
en cuanto a las necesidades de la red de atención.
Por encima de estos criterios el Presidente plantea como política de
estado la construcción de cuatro hospitales de cuarto nivel en cuatro de las
nueve capitales departamentales del país. Textualmente dijo: "El primer
hospital de cuarto nivel será en Cochabamba de Oncología; el segundo de
Cardiología en Tarija, hasta llegar al trasplante de corazón; el tercer
hospital de Gastroenterología en La Paz; el cuarto hospital de cuarto nivel
será en Neurología y Nefrología en Santa Cruz".
La deficiente gestión en salud de los últimos años, se ha caracterizado
precisamente por descuidar todos los niveles de atención pero principalmente el
Segundo Nivel y el Tercero. En Cochabamba el Hospital Viedma, de Tercer Nivel, está
acogotado por la demanda, que no puede ser cubierta por un segundo nivel, que
no existe. Varios hospitales de segundo nivel tienen sus construcciones paralizadas
o descuidadas. Esta realidad es similar en todos los departamentos. En el Alto
se ha inaugurado un Hospital de Tercer Nivel que se cerró después de ser
inaugurado, sin equipamiento y sin recursos humanos.
Frente a esta realidad hospitalaria ¿cómo se puede pensar en un nuevo
nivel de atención, sino es pensando sólo en los votos de los electores? ¿Por
qué no se ofrece mejorar o hacer marchar de verdad lo que existe antes de
ofrecer nuevos elefantes blancos a los que estamos acostumbrados en materia de
salud? Los hospitales no son solo edificios, sino estructuras con grandes requerimientos
que hasta ahora los gobiernos no han sido capaces de abastecer. Debieran ser,
además, parte de una red de servicios cuyo fin último es la resolución de todos
los problemas de salud, desde los más simples hasta los más complejos. Para
esto existen tres niveles normados que debieran trabajar de manera coordinada y
complementaria. El cuarto nivel es para la campaña.
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