Esta mañana no pudimos salir de nuestras casas. Amanecimos bloqueados por los vecinos de la comunidad Andrada, que en las últimas semanas han sido soliviantados por algunos loteadores y políticos que se preparan para las elecciones de la Alcaldía de Cochabamba. Lo que buscan es eliminar la Urbanización Lomas de Aranjuez como tal, eliminar todo su sistema de seguridad, sus puertas y sus guardias, para que los vecinos de más arriba transiten libremente por sus calles.
La calle principal de Lomas de Aranjuez, angosta, empedrada y con flora conservada del lugar |
Al respecto se debe aclarar algunos datos importantes, para conocimiento de la opinión pública y de las mismas autoridades locales. La mencionada Urbanización nació con esta categoría desde que fue construida en 1988, calidad que fue refrendada por el Concejo Municipal en 1995 que, en su parte resolutiva indicaba que los vecinos de Lomas de Aranjuez “deben organizar, administrar y mantener los servicios públicos en su totalidad en dicha urbanización”; la tarea encomendada ha sido cumplida a cabalidad, otorgándole, además, un carácter ecológico y habitable. Por ejemplo, no se pavimentan las calles, se mantiene la flora oriunda y se han plantado un sinnúmero de especies nuevas. Se la ha convertido en un paraje agradable de vivir y conservar. Eso lo saben los vecinos de la comunidad Andrada, con la que se mantiene una relación amigable de cooperación, regida por un acuerdo firmado que tiene más de 20 años de duración.
Por las declaraciones de los políticos y de los interesados en lotear por encima de la cota 2900, pareciera que nuestros vecinos del Norte no tienen cómo acceder a sus casas, sino es pasando por la urbanización, lo que no es verdad. Al costado oeste de la urbanización, los planificadores han construido el camino peatonal más directo, que consiste en una amplia acera que sube directamente a la comunidad sin vueltear por las intrincadas calles de la urbanización. Además, un poco más al oeste, pasando una pequeña quebrada, existe un camino vehicular que es servido durante el día por transporte público, pero como no está iluminado, en la noche han estado utilizando las calles de la Urbanización, bien iluminadas y con guardia permanente, según lo acordado en el convenio firmado entre ambas partes. Durante el día pasan, también, otras movilidades y buses escolares. Lo único que se les pide es que cumplan con las normas generales, que todos cumplimos, es decir, presentar una carta de identificación personal y, en el caso de buses o taxis, la Licencia de conducir del conductor. Sin esos requisitos ningún habitante de las Lomas ni de ningún otro lado puede ingresar. Sucede lo mismo en las más de 300 urbanizaciones existentes en el departamento. La seguridad es uno de los requisitos y motivos para vivir y protegerse colectivamente. Los propietarios de estas urbanizaciones procuran la protección colectiva, se autoprotegen, contratan guardias, construyen sus casas sin muros ni defensas particulares, sino, colectivas. Al romper el sistema de seguridad se pondría en serio peligro a los habitantes y domicilios, lo que recaería en la responsabilidad de las autoridades que están empujando en este sentido, es decir, a sembrar anarquía e inseguridad en la zona. Por lo demás, cualquier legislación debe ser promulgada para las 300 urbanizaciones, a menos que haya una intención discriminatoria en contra de las Lomas.
La manera más fácil de arreglar el conflicto es mejorar su calle de subida, pavimentarla y ponerle luz, para que puedan transitar de día y de noche, con seguridad y sin miedo, pero, claro, esa no es nuestra responsabilidad, sino de la Alcaldía. Mientras tanto, como lo venimos haciendo desde que nos organizamos como urbanización, seguiremos protegiendo a nuestros vecinos y permitiendo que pasen por nuestras calles, solo tienen que mostrar sus documentos de identidad, como todos nosotros. No es difícil de entender.
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