Por Fernando Rocabado
Quevedo, Médico Salubrista - Epidemiólogo
Antecedentes. -
Hace un año publicamos sobre la tendencia de
los feminicidios en Bolivia, a partir de 4 años de su seguimiento; expresamos, entonces, nuestra extrañeza por no encontrar un seguimiento estricto y técnico de estos casos, tan importantes
para a la sociedad en su conjunto. Existen observatorios, pero sus datos están
más orientados a la abogacía, con datos proporcionados por la policía o la
Fiscalía del Estado. Hace falta mayor seguimiento técnico y estudio de cada
caso ocurrido en el país. Para darle más solidez y continuidad a aquella
nuestra investigación, ahora, en 2019, hemos dado continuidad a ese primer
estudio, que ahora ya cuenta con cinco años de vigilancia. Por esta razón
sugerimos que la lectura de este artículo sea complementada con la lectura de
aquel primer artículo (1), donde se explica con mayor detalle la metodología.
La CEPAL hace un seguimiento continuo de los feminicidios
en 19 países, a través de su Observatorio de Igualdad de Género de América
Latina y el Caribe. Según éste, en 2018, El Salvador siguió ocupando el primer
lugar con una tasa de prevalencia de 6,8 por 100.000 mujeres; le sigue Honduras
con 5,1 (2017); Santa Lucía (4.4), Trinidad y Tobago (3.4). En quinto lugar, se
encuentra Bolivia, con 2,3 por cien mil (2018) (2).
Por otro lado, el Observatorio “Manuela” del
CIDEM, basándose en el monitoreo de medios de comunicación, reportó el año 2011
un total de 96 casos: el año 2012, 99 casos; y el 2013 un total de 110 casos.
La tasa calculada en 2011, fue de 2,99 feminicidios por cada 100.000 mujeres
(4).
En Bolivia se comenzó a
hacer el seguimiento de los feminicidios en 2013 y, desde entonces, el conteo
ha ido mejorando paulatinamente. La información la proporciona la Fuerza
Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) y, de manera más sistemática, la
Fiscalía del Estado, que tiene un apartado dedicado al tema. Para 2019, el
Fiscal del Estado ya ha hecho su informe mediante un recuento del número de
casos por Departamento (3). El total de feminicidios fue de 117, es decir, 11
menos que en 2018, cuando se registraron 128 casos. El Fiscal Lanchipa en su
informe dijo que “son muchos los factores que están detrás de cada una de las
muertes como el tema del machismo, la discriminación por solamente ser mujer,
intolerancia y falta de respeto”.
De acuerdo con la prensa,
de los 117 asesinos, 22 tienen sentencia condenatoria por procedimiento
abreviado, 10 cuentan con extinción por muerte del agresor, el resto en proceso
de enjuiciamiento.
Los cinco años de
observación nos han permitido afirmar que existe una tendencia a cierta
estabilidad en números absolutos, pero principalmente en sus tasas de
incidencia y/o prevalencia, al igual que en otros países que tienden a
estabilizarse y cambian lentamente. En España, por ejemplo, 55 mujeres han sido
asesinadas por sus parejas o exparejas en 2019, cuatro más que en 2018. Según
la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, después de 15 años de
vigencia de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la
Violencia de Género, hubo una reducción desde 70 víctimas anuales a cerca de 50
(5). En Francia el número está en torno a 120 (6), lo mismo que en el Perú (7),
que tiene tasas tres veces menores que las de Bolivia (2).
De la necesidad de
contar con datos sistemáticamente manejados y desagregados por departamento u
otra variable, emerge el estímulo para hacer estos cálculos.
Metodología.
–
Tal como lo expresamos anteriormente, existe la
costumbre de hablar únicamente en términos de números absolutos, principalmente
para explotar el impacto que da su enunciado, apto para abogacía, pero menos útil
para las políticas, esto porque los lugares donde se producen más muertes en
números no son necesariamente los más peligrosos para las mujeres. El manejo de
tasas o números relativos nos orientan mejor sobre esta peligrosidad, porque
están referidos a su población.
Para el cálculo de la tasa de feminicidio o
femicidio, utilizamos la definición de la CEPAL que dice que es la “cuantificación
anual del número total de homicidios de mujeres de 15 años de edad y más,
asesinadas por razones de género De acuerdo a las legislaciones nacionales se
denomina femicidio, feminicidio u homicidio agravado por razones de género”. El
numerador son las mujeres de este grupo de edad asesinadas por razones de
género; el cociente se expresa en tasas por cada 100.000 mujeres mayores de 15
años. Esta definición coincide con lo que establece la legislación boliviana.
Para nuestros cálculos hemos utilizado las
proyecciones de población del INE para los años 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019
por departamento. Lamentablemente no encontramos esta información desglosada
por sexo, por lo que tuvimos que estimarla. Sobre la población total de cada
departamento obtuvimos la población femenina correspondiente, sacando el 50,1%
del total, que proviene de la razón de femineidad del Censo Nacional de
Población y Vivienda, 2012 (8).
Del mismo Censo sacamos los datos de mujeres
mayores de 15 años para cada departamento, puesto que este porcentaje no es
similar en todos. Hay departamentos con población más joven y otros con
población más vieja. En orden decreciente estos porcentajes son los siguientes:
La Paz, 71,9%; Tarija, 71,2%; Oruro, 70,2%; Cochabamba, 69,8%; Santa Cruz, 68%;
Chuquisaca el 67,4%; Potosí, 66,4%; Beni, 64%; y Pando, 61,3%. (8).
Calculada la población de mujeres mayores de 15
años, sacamos la tasa de incidencia por departamento y nacional. Solo con fines
de conocimiento sacamos, también, la tasa de feminicidios referida a la
población total (hombres y mujeres) nacional y de cada departamento.
La mayor parte de los organismos utilizan la tasa
de prevalencia y no la de incidencia; nosotros consideramos que es más
apropiado utilizar la de incidencia, que es el número de casos nuevos de una
enfermedad o de un evento, sobre la población en la mitad del año, por 100.000.
La tasa de prevalencia es el número de casos nuevos y antiguos del mismo
evento, sobre la población mencionada, por 100.000. Como se trata de una tasa
de homicidios los casos siempre son nuevos, no existen casos antiguos, por eso
consideramos que es más correcto denominarla como tasa de incidencia.
Simplemente, se trata de una cuestión de propiedad metodológica, el valor del
resultado no varía, por aquello de que prevalencia es igual a incidencia por la
duración del evento.
Con esos criterios hemos hecho los cálculos para
los años 2015 al 2019, utilizando la información disponible en la Fiscalía
General del Estado, que comenzó a recoger datos en 2013, pero todavía
incompletos; consideramos que desde el 2015 los datos parecen más consolidados
y uniformes (9).
Resultados. -
Los resultados del 2019 están
expresados en la tabla 1, para el resto de los años se puede visitar la
publicación anterior (1). En esta tabla se muestra que los feminicidios para
este año fueron 117, con una tasa de 1,02 por cien mil para la población
general y de 2,94 por cien mil, para la población de mujeres mayores de 15
años.
En este año la incidencia
mayor la ha tenido nuevamente Oruro, 5,18 por 100.000; seguido de Pando, 4,76;
Cochabamba, 3,5; Tarija; 3,42; La Paz, 3,41; Potosí, 3,34, todos ellos por
encima de la media que fue de 2,94. Beni, 2,72; Santa Cruz, 1,90 y Chuquisaca,
0,92, fueron los tres departamentos con incidencias menores que la media
nacional. Estas tasas las hemos graficado de mayor a menor en la Figura 1; la
barra en rojo denota la incidencia nacional, de 2,94.
En la tabla 2 hemos concentrado la información de
los cinco años de seguimiento, mostrando la frecuencia o número de casos y la
incidencia por 100.000 mujeres mayores de 15 años por departamento. El año de mayor
incidencia ha sido el 2018, con 3,27 por 100.000 mujeres mayores de 15 años,
provenientes de las 128 mujeres asesinadas. El de menor es el 2017, con una
tasa de 2,82 por 100.000, de 109 feminicidios. El resto de los años se acercan
a la tasa media nacional.
Tabla 1
|
|||||
Feminicidios
en Bolivia, 2019
|
|||||
Departamento
|
Feminicidios 2019
|
Población 2019
|
Incidencia población general
|
Mujeres de 15 años y +
|
Incidencia mujeres de 15 años y +
|
Oruro
|
10
|
544608
|
1,84
|
193069
|
5,18
|
Tarija
|
7
|
573331
|
1,22
|
204514
|
3,42
|
Pando
|
2
|
149214
|
1,34
|
41984
|
4,76
|
Cochabamba
|
25
|
1999933
|
1,25
|
707748
|
3,53
|
La Paz
|
36
|
2904996
|
1,24
|
1056878
|
3,41
|
Chuquisaca
|
2
|
631608
|
0,32
|
216258
|
0,92
|
Potosí
|
10
|
894466
|
1,12
|
299338
|
3,34
|
Santa Cruz
|
21
|
3297483
|
0,64
|
1105448
|
1,90
|
Beni
|
4
|
474257
|
0,84
|
147209
|
2,72
|
Nacional
|
117
|
11469896
|
1,02
|
3976521
|
2,94
|
Figura 1
Tabla 2
|
||||||||||
Feminicidios en Bolivia,
2015 - 2019
|
||||||||||
Depto.
|
No.
2015
|
Incidencia
x 100.000
|
No. 2016
|
Incidencia x100.000
|
No. 2017
|
Incidencia
x100.000
|
Incidencia
x100.000
|
Incidencia
x100.000
|
||
No. 2018
|
No. 2019
|
|||||||||
Oruro
|
6
|
3,26
|
6
|
3,22
|
7
|
3,71
|
12
|
6,29
|
10
|
5,18
|
Tarija
|
9
|
4,73
|
5
|
2,58
|
9
|
4,56
|
12
|
5,97
|
7
|
3,42
|
Pando
|
0
|
0,00
|
1
|
2,65
|
0
|
0,00
|
2
|
4,93
|
2
|
4,76
|
Cochabamba
|
31
|
4,64
|
31
|
4,57
|
30
|
4,36
|
27
|
3,87
|
25
|
3,53
|
La Paz
|
35
|
3,41
|
30
|
2,90
|
27
|
2,59
|
33
|
3,15
|
36
|
3,41
|
Chuquisaca
|
6
|
2,87
|
5
|
2,37
|
10
|
4,70
|
6
|
2,80
|
2
|
0,92
|
Potosí
|
6
|
2,07
|
8
|
2,74
|
5
|
1,70
|
7
|
2,36
|
10
|
3,34
|
Santa Cruz
|
15
|
1,49
|
22
|
2,13
|
16
|
1,51
|
26
|
2,41
|
21
|
1,90
|
Beni
|
2
|
1,43
|
3
|
2,12
|
5
|
3,49
|
3
|
2,06
|
4
|
2,72
|
Nacional
|
110
|
2,93
|
111
|
2,91
|
109
|
2,82
|
128
|
3,27
|
117
|
2,94
|
Figura 2
Los datos de incidencia de estos cuadros los
hemos resumido gráficamente en la Figura 2, donde notamos departamentos que
aparecen repetidamente por encima de la media nacional. Llama la atención la
uniformidad de las columnas del departamento de Cochabamba, donde sus cinco
barras aparecen de manera compacta; está entre los departamentos con tasas más
elevadas, junto a Oruro y Tarija, ciudades de tamaño medio que sorprenden por
sus tasas elevadas, además, con picos epidémicos sobresalientes en 2018. Pando es el departamento más pequeño, con una
población reducida, donde un solo asesinato puede elevar sus tasas
notablemente, como fueron los casos de 2018 y de 2019, cada uno con dos muertes
que le dieron una tasa de 4,93 y 4,76 por 100.000, respectivamente. La Paz
tiene una situación ligeramente superior a la media nacional, lo mismo que
Chuquisaca, que está ligeramente por debajo de la media, y que en 2017 tuvo un
pico pronunciado y en 2019 un bajón, también notorio. Llama la atención Santa
Cruz que, pese al elevado número absoluto de muertes (pero siempre muy por
debajo de Cochabamba y La Paz), tiene tasas menores a la media nacional, lo
mismo que el Beni.
Estas observaciones se corroboran en la Figura 3
donde hemos colocado el promedio de los feminicidios de cinco años, por
departamento y nacional. Los tres departamentos con mayor incidencia son Oruro,
Tarija y Cochabamba, con valores promedio muy por encima de la media nacional
que es de 2,97 por 100.000 (D.E.= 0,15).
Oruro, presenta 4,33 mujeres asesinadas por cada 100.000 mujeres mayores
de 15 años, seguido muy de cerca por Tarija, con 4,25, y Cochabamba, con 4,19
por 100.000. La Paz se aproxima a la media nacional con una incidencia de 3,09
por 100.000. Chuquisaca está cercanamente debajo de la media con 2,73 por
100.000, seguido de Pando, 2,48; Potosí, 2,44; y Beni, 2,36. Llama la atención
que durante todo este período y en su promedio, Santa Cruz tiene la menor
incidencia nacional, 1,89 por 100.000.
La Figura 4 resalta, en números absolutos, la frecuencia
de feminicidios en los cinco años y su promedio, que es de 115, con una
desviación estándar de 7. Este promedio tiene un valor pronóstico porque
permite calcular el número de feminicidios que se podrían esperar en los
próximos años.
Figura 3
Figura 4
Esta figura se complementa con la de la Figura 5
que nos muestra las líneas de tendencia sobre la base de la información de los
cinco años. Se confirma una cierta horizontalidad en la línea de tendencia, con
tasas similares en cuatro años y un incremento de 15% en el 2018, que es el año
con mayor número de muertes denunciadas, 128, y una tasa de 3,27 por 100.000
mujeres mayores de 15 años. Sin embargo, aplicando la línea de tendencia de las
medias móviles, esta notoria subida que se expresa como un quiebre, se atenúa
un tanto.
Figura 5
Conclusiones. –
Los datos que hemos utilizado son de la Fiscalía
General del Estado, que desde 2015 parecen más consolidados y uniformes, por lo
que pueden ser aptos para el seguimiento si se mantiene esa actividad en dicha
oficina, aunque su base de datos debe ser accesible para los investigadores y
debiera contener mayor cantidad de variables para complementar estas
estadísticas descriptivas con otra información de los casos y de los autores. De
cualquier manera, hemos logrado captar información de cinco años, lo que ya es
un logro en cuanto a seguimiento. El promedio de casos en los cinco años ha
sido de 115; lo que significa que es el número de casos que esperamos para el
siguiente año, mismo que puede variar entre 108 y 122, que es una desviación
estándar por debajo o por encima de este promedio. La estimación que hicimos en
2018 fue de 114 y el 2019 terminó con 117, lo que nos da una cierta confianza
en la predicción, a no ser que se suceda una verdadera epidemia de feminicidios,
que desborden nuestros cálculos. Lo mismo sucede con las tasas nacionales, que
dan un promedio de 2,97 por 100.000, que está a 6 décimas por encima de las
calculadas por la CEPAL, pero parecida a la del CIDEM, de la Argentina. La
diferencia puede atribuirse al manejo de las poblaciones; recordemos que hemos
estimado la población femenina de todo el país y la de mayores de 15 años para
cada departamento.
El departamento con mayores tasas de
feminicidios, en el promedio de todos los años es Oruro, seguido de cerca por
Tarija y Cochabamba. Cada uno de estos
departamentos tienen tasas 40% por encima de la tasa nacional. En síntesis, y
como lo dijimos en nuestro estudio anterior, los departamentos más peligrosos
para las mujeres son estos tres, y de manera consecutiva, casi todos los años.
Sin descuidar a ninguno de los demás, estos merecen un estudio y seguimiento
más profundo, buscando encontrar las causas estructurales y/o culturales que
los condicionan, lo cual debe generar las políticas específicas.
Los dos departamentos que se aproximan a la
media, son La Paz y Chuquisaca, este último gracias a una disminución notable
de casos en el 2019. Finalmente, los departamentos con tasas bastante por
debajo de la media son Potosí y los tres departamentos del oriente boliviano,
siendo Pando el que tiene las mayores tasas entre los tres, aunque con cambios
bruscos por su escasa población, de menos de 40.000 mujeres mayores de 15 años.
Durante dos años no hubo ningún asesinato de mujeres, pero en cuanto se presenta
un solo caso la tasa aumenta considerablemente, como en 2016 y, más aún, con
dos casos como en 2018 y 2019. En todo el país el departamento con menor tasa
de feminicidios es Santa Cruz, que tiene 36% menos de casos que la media nacional
y mucho menos que Oruro, que tiene 2,3 veces más feminicidios que Santa Cruz.
La tendencia de los feminicidios tiende a la horizontalidad,
o sea se mantiene sin muchos cambios a lo largo de los años, o los cambios no
son tan rápidos como uno espera. Sucede lo mismo que en otros países, donde el
número de feminicidios cambia muy lentamente, tal es el caso de España o
Francia. Este es un fenómeno que merece mayor atención y contradice la idea de
que los feminicidios aumentan de manera considerable de año en año o que
podemos bajar su incidencia de manera abrupta, con pura decisión política. Probablemente
esta difícil movilidad de las tasas se debe a la complejidad del problema y a
factores diversos, principalmente culturales, difíciles de cambiar de manera
rápida.
Si bien estamos fijando un margen de frecuencia
de casos esperados, esto no quiere decir que ésta sea una regla fija; pueden
darse años con mayor presentación de casos como en el 2018 que, con 128 asesinatos,
parece ser un año epidémico. También podría darse a la inversa, una
presentación menor; no olvidemos que estamos ante fenómenos biológicos y
sociales.
Causa extrañeza que el INE no proporcione datos
de la población total ni departamental por sexo, por lo que hemos tenido que
calcular la población de mujeres a partir de sus datos de población total, lo
mismo la población de mayores de 15 años, que es diferente en cada departamento;
consideramos que el cálculo debe hacerse con poblaciones específicas para cada
uno de ellos (7).
Se ha calculado también la incidencia para la población
total del país (hombres y mujeres), que es 2,9 veces menor que la incidencia en
mujeres de más de 15 años, en todos los años.
Insistimos en nuestra sugerencia de manejar el
tema de los feminicidios como un evento más de vigilancia epidemiológica dentro
del Ministerio de Salud, para tener un centro de referencia y obtención de
información confiable con fines de investigación; esta información debe manejarse
junto a otras variables relacionadas con el caso, tanto de víctima como de
victimario. Los esfuerzos realizados por ONG’s o instituciones privadas nos
parecen insuficientes, voluntariosos o de poca escala y duración.
Finalmente, el estudio profundo de cada caso y de
sus factores aparejados pueden llevarnos a comprender más sobre las
determinantes sociales, los factores de riesgo y los factores causales directos
en juego, mismos que nos orientarían sobre las intervenciones y políticas a
ejecutar, con mayor éxito y seguridad. Parece evidente que algunos de estos
factores son difíciles de cambiar, muchos de ellos están ligados con
sociopatías, piscopatías, inestabilidad emocional, y con casos impredecibles; por
lo que es importante dibujar algunos patrones de conducta o formas de violencia
de género sobre los que se puede o no se pude intervenir con éxito. Es
necesario profundizar la investigación y no quedarse con el manto o el telón de
fondo llamado machismo.
Referencias.
–
2)
Observatorio
de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe. https://oig.cepal.org/es/indicadores/feminicidio
4)
Feminicidio
en Bolivia, Acceso a la justicia y desafíos del Estado Boliviano. Bolivia,
2015.
5)
https://www.forumlibertas.com/hemeroteca/espana-uno-de-los-paises-europeos-con-menos-feminicidios/
6)
https://www.lemonde.fr/societe/article/2019/07/10/en-2018-121-femmes-ont-ete-tuees-par-leur-conjoint-ou-ex-compagnon_5487818_3224.html
7)
https://larepublica.pe/sociedad/1281608-ineitasa-feminicidio-homicidio-calificado-crecio-2016-2017/
8)
Bolivia:
Población estimada y proyectada por departamento, según años calendario,
2000-2025. Instituto Nacional de Estadística, Revisión 2014.
9)
Fiscalía
General del Estado. Rendición Pública de Cuentas. Final 2018 – Inicial 2019.
https://drive.google.com/file/d/1VjYUmJ__y1CimHbbQgwARqsuZk_sEHf2/view
Gracias, Fernando. Muy útil y oportuna información para tenerla en cuenta como referencia.
ResponderEliminar