miércoles, 24 de diciembre de 2014
La confidencialidad médica y el derecho a la intimidad
El Ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, al develar los pormenores de la enfermedad de un paciente, no sólo vulneró la Ley 3729 sino, lo que es más grave, vulneró una de las bases de la deontología médica, cual es la confidencialidad, que ha prestigiado y levantado el sentido ético de la medicina en el ámbito de la sociedad humana, principalmente la que tiene algún sufrimiento. La confidencialidad otorga confianza y credibilidad al médico que la ejerce como práctica de todos los días y, por extensión, la confianza alcanza a todo el gremio de los médicos, que debieran guardar una conducta homogénea en este campo. Este es un principio universal e insoslayable de la práctica médica que debe ser salvaguardado y protegido por las autoridades de la salud del Ministerio del ramo.
Por lo mismo resulta doblemente denigrante, que sea el propio Ministro quien, en conferencia de prensa, ponga en el crucifijo del estigma y la discriminación a un paciente quien es, además, y mientras no se demuestre lo contrario, una alta autoridad judicial.
La motivación de la exposición pública es claramente política aunque pretenda darse con ribetes de preocupación por la salud del enfermo, quien, dice, no cumpliría de manera adecuada la medicación señalada por sus médicos tratantes.
La Ley 3729 aboga por el resguardo de la identidad de los pacientes, identidad que está en íntima relación con su dignidad, que es común a todos los humanos como el primer derecho de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La identidad es propia de cada persona, es su patrimonio íntimo que no puede ser expuesto ni mostrado ni publicado. Es su intimidad, su vida privada que no puede ser expuesta ni difundida sin autorización del propietario. Este es el espacio que resguarda y protege la Constitución promulgada por el Estado Plurinacional en 2007 y que ha sido quebrada sin ningún tino ético ni político por el propio encargado de cuidarla.
Uno de los instrumentos más trascendentes y rescatables para cuidar estos derechos ha sido y será siempre la confidencialidad del médico y de sus profesiones afines, que están obligadas al secreto profesional, que impide divulgar todo lo que pertenece al ámbito de la vida privada de las personas y su salud, incluyendo el resguardo de su propia imagen. Cualquier quebrantamiento no hace más que incidir negativamente en la confianza social hacia la confidencialidad y el gremio que debe resguardarla.
El caso debiera ser tratado de manera ejemplarizadora, tanto por el Presidente Evo Morales, como por el Colegio Médico, con el objeto de demostrar que estamos regidos por una Constitución con enfoque de derechos y que su vulneración debe ser objeto de castigo, por lo menos como una lección de educación sanitaria y social que muestre que los derechos humanos se respetan en Bolivia. Tal vez de esta manera estemos evitando que tantos enfermos y pacientes sean expuestos en los medios de comunicación por cualquier persona y por cualquier motivo, sin pudor ni respeto por el doliente.
viernes, 5 de diciembre de 2014
Alexander desnuda a una sociedad que no protege
![]() |
El Hogar Virgen de Fátima desde donde salió moribundo el niño Alexander (foto La Razón) |
Si de algo sirvió la muerte del niño Alexander el 13 de
noviembre pasado, es para desnudar y mostrar con toda su crudeza y realidad la
desprotección en la que se encuentra la población boliviana, pero,
principalmente, la población más pobre y desvalida, cuya expresión extrema era
el niño Alexander. Hijo de padres pobres, alcohólicos y vagabundos, que
descuidan y abandonan sin escrúpulos a sus retoños. Recogido en un hogar donde
priman las falencias y las improvisaciones. Transferido a un Hospital de Tercer
Nivel donde no se lo atiende correctamente y se hace lo humanamente posible por
salvarle la vida; donde también existen enormes falencias que obligan a su
referencia a otro centro de atención de menor nivel, donde se descubre que pudo
ser víctima de una posible violencia sexual y donde finalmente muere.
Pero Alexander no sólo desnuda las falencias de los
servicios de protección social y de salud, también desnuda a un sistema de
justicia que no atina a dar con el posible culpable de la causa directa de la
muerte, un sistema que muestra su ineficiencia y falta de puntería, acusando a
toda persona o profesional que tuvo algún contacto con Alexander desde que
salió del hogar de acogida. Son doce las personas inicialmente apuntadas y
acusadas, cuando probablemente, y si las sospechas son fundadas, sólo existe un
culpable de la causal directa de muerte. El resto de los acusados es inocente,
pero ya está pagando una culpa injusta por ser sospechoso, sin claro
fundamento, a los ojos de tal o cual fiscal.
Pero el evento nos muestra que no solo Alexander es el
desprotegido, también lo son funcionarios, enfermeras, asistentes, estudiantes
y médicos, que tuvieron ese día la triste suerte de cruzarse con el moribundo
Alexander. Incluso el acucioso doctor que se percató y diagnosticó la posible
causa final de muerte ahora esta preso en su propio domicilio. Nuevamente los
sectores de la salud y la justicia muestran ser el Talón de Aquiles de la
estructura social y del régimen que debiera darnos protección.
Es importante observar y hacer seguimiento de este singular
caso, esperando que las investigaciones que se realizan permitan aclararnos el
panorama y castigar al verdadero culpable, si la violencia existió. Entre
tanto, no podemos permitir que se acuse a diestra y siniestra buscando
culpables y mellando dignidades, por lo que bien hace el Colegio Médico en
proteger a sus afiliados de actos de la justicia practicados sin precisión ni
especificidad. Nadie puede ser acusado sin pruebas ni fundamento y sin el
debido proceso.
miércoles, 19 de noviembre de 2014
Entre el ébola e Hipócrates
Me quedé meditando ante la amenaza de huelga del sindicato
de trabajadores del hospital San Juan de Dios de Santa Cruz, frente al anuncio
de las autoridades sanitarias de crear salas de aislamiento en ese nosocomio,
para atender posibles casos sospechosos de ébola. Su dirigente afirmó que no
estaban capacitados para prestar ese tipo de atención y, quizás, no tengan que
intervenir en caso de que se presenten cuadros sospechosos del virus. Anunció
marchas y protestas y un paro de 48 horas; y para conseguir apoyo de la opinión
pública argumentó que una instalación de ese tipo en un lugar céntrico sería peligrosa
para la población.
Para darle más aire el Secretario Ejecutivo de la Federación de Sindicatos de Ramas Médicas (FESIRME), también lanzaba su alerta, reclamando contar con mayor bioseguridad para poder realizar su trabajo.
Al mismo tiempo que se generaba este malestar y como
mostrando su antítesis, un primer contingente cubano de 165 profesionales de la salud aterrizaba en Sierra Leona, para ayudar a hacer frente a la
enfermedad en el foco mismo de la infección. Otro contingente con 51
trabajadores de la salud aterrizaba en Liberia y, otro, de 40 en Guinea.
También, en España se contagiaba una enfermera por atender a un paciente
repatriado, y cuyo caso fue seguido por los medios a nivel mundial. Más
anónimamente cinco médicos eran enterrados en Liberia y engrosaban la lista de héroes
de la salud.
Ante la rebeldía sanitaria de este grupo de trabajadores
nacionales, el Ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, advirtió, con justa
razón, que los médicos y profesionales de la rama sanitaria que se nieguen a
atender posibles casos de ébola serían sancionados o destituidos de acuerdo a
la norma jurídica y al punto de vista
ético y profesional.
No es fácil dar pautas de valentía en ciertas circunstancias,
pero es necesario recapacitar sobre la noble
tarea de todo trabajador sanitario, que asume su profesión con el fin de luchar
por la salud de la humanidad. Este espíritu ético está bien sintetizado en lo
que se llama el Juramento Hipocrático, síntesis de los valores éticos de la
profesión médica. La fórmula hipocrática de la Asociación Médica Mundial, al
momento de admitir un miembro de la
profesión médica, dice en su parte pertinente: “Prometo solemnemente consagrar
mi vida al servicio de la humanidad;… ejercer mi profesión dignamente y a
conciencia;…velar solícitamente y ante todo por la salud de mi paciente; …mantener
incólumes por todos los conceptos y medios a mi alcance el honor y las nobles
tradiciones de la profesión médica;…velar con el máximo respeto por la vida
humana desde su comienzo, aun bajo amenaza, y no emplear mis conocimientos
médicos para contravenir las leyes humanas”.
Lo que se anuncia para los médicos, lógicamente que se
amplía para todos los trabajadores de la salud, que en conjunto conforman un
equipo integral de trabajo. En ese equipo todos tenemos miedo y todos estamos
en riesgo permanente de enfermar o morir, unas veces con mayor probabilidad que
otras. En esas circunstancias es preciso redoblar las atenciones y los cuidados,
poniendo todo el conocimiento científico para evitar el contagio; lo que no se puede es darle la espalda a la enfermedad.
Por lo tanto, me parece una medida atinada la del SEDES
cruceño de prepararse ante cualquier emergencia, no sólo alistando salas de
aislamiento, sino capacitando a sus recursos humanos y dotándoles de los
equipos e insumos necesarios para protegerse y proteger a la población. La
misma medida debieran adoptar todos los SEDES del país, de manera que la
aparición de un caso de ébola no nos encuentre desprevenidos. Un solo caso
tendría un impacto trascendente en los medios y produciría pánico en la población;
siendo los trabajadores de la salud los únicos que podemos tranquilizarla. De entrada debe saber que como buenos capitanes, no
abandonaremos jamás el barco.
domingo, 19 de octubre de 2014
Por decoro e incompetencia el TSE debe renunciar
Cuando en Chile mostraron que había fallas imperdonables en
el Censo Nacional de ese país, los responsables del mismo renunciaron y el
Presidente abolió el Censo y se anunció la realización de uno nuevo, a la
altura de las exigencias técnicas del evento. En Bolivia sucedió otro tanto y
aún no tenemos los resultados del Censo 2012 o, por lo menos, no los encuentro en la página Web del INE.
Traigo a colación esto, para mostrar una diferencia de conducta
con relación a hechos de importancia pública que tienen que ver con la buena
marcha de los países. Después de las elecciones nacionales realizadas el 12 de
octubre, han llovido críticas de todo lado sobre los directivos del Tribunal
Supremo de Elecciones (TSE). Desde la Iglesia Católica, pasando por analistas, por la oposición y el oficialismo, todos han
criticado la insolvencia y la lengua larga de los vocales de esta entidad,
llamada a demostrar transparencia y eficiencia en el manejo de nuestro
principal instrumento democrático, el voto popular.
Uno de los más duros críticos fue el propio Presidente
electo, Evo Morales, quien abiertamente denunció a uno de los vocales como un
elemento negativo dentro del conjunto de vocales del TSE. Posteriores denuncias
lo identificaron como alguien que ya tenía, previamente, dos denuncias de acoso
sexual en esa institución.
El TSE que debe ser un equipo de trabajo, con predominancia
técnica, es todo menos equipo. Todos son portavoces y cada quien pretende brillar
frente a un micrófono, con ostensibles fallas por su baja preparación y su insolvencia
técnica. Ellos mismos denuncian fallas en las sumas, en la limpieza de las computadoras
(que no fueron cereadas, dicen), quieren decir que no se puso en cero a algunas
computadoras antes de empezar la introducción de datos. Exactamente como cuando
uno carga gasolina al auto, el encargado debe mostrar como parte del protocolo que
la máquina está en cero. En fin, un sinnúmero de errores de procedimiento y de
interpretación de estos vocales que dicen representar a diferentes sectores
sociales del país, que los habrían nominado como representantes sindicales en
medio de un organismo de alto contenido técnico.
![]() |
Papeleta de sufragio a la que se le cambió el nombre del país de Estado Plurinacional a Estado Plurinominal |
Por esto los vocales no tienen idea de los tiempos requeridos
para ir proporcionando los resultados. En el primer día todos nos quedamos con las
ganas de ver los primeros avances oficiales, que nunca llegaron, y cuando
comenzaron a darse fue todo en un ambiente confuso y desorientador.
Todo esto se suma al error más notorio e importante, cual es
haber cambiado el nombre del Estado Plurinacional por el de Estado
“Plurinominal” como figuró en casi diez millones de papeletas de sufragio. Este
es un error tipográfico que ha sido producto de la irresponsable y no detallada
revisión de las papeletas que, por su importancia, debieran ser revisadas en grande,
en detalle y debieran ser sancionadas y lacradas por los directivos del TSE,
teniendo su Presidenta la última palabra. Las responsabilidades en este caso,
no pueden delegarse, tal como sucedió en el Censo chileno. Los errores de los
técnicos y de procedimiento son también responsabilidad de los jefes, quienes
no pueden lavarse las manos tratando de buscar un culpable entre los más
débiles.
Tamaño error no es sólo una cuestión de forma, como dicen a
la defensiva los vocales, es un error de fondo y es el comienzo del cúmulo de
errores que nos muestran cómo maneja la cosa pública un grupo de ciudadanos con
baja responsabilidad y casi ninguna capacidad para ese cometido.
miércoles, 27 de agosto de 2014
El hospital como eje de campaña política: el caso del MAS
![]() |
El Hospital del Sur, uno de los hospitales de Segundo Nivel abandonados en Cochabamba (foto Los Tiempos) |
Estoy impresionado cómo la presente campaña preeleccionaria está dando
rienda suelta a ofertas de lo más descomunales en materia de salud, donde el
hospital juega el rol central en prácticamente todas las campañas
proselitistas, pero principalmente en la del MAS, partido gobernante que maneja
el Ministerio de Salud desde hace 11 años.
El programa del MAS promete demagógicamente construir “4 hospitales de
cuarto nivel, al menos 14 hospitales de tercer nivel y 31 hospitales de segundo
nivel”. Frente a esta gran oferta hospitalaria la parte que corresponde a la
Atención Primaria resulta insignificante y sin trascendencia. O sea, la imagen
de la campaña es un retroceso estratégico en cuanto a las verdaderas soluciones
sanitarias, que pasan por ampliar la cobertura con servicios eficaces y baratos
pero en toda la población. Un poco plasmar su propio discurso del sistema único
de salud, de la pirámide de atención y del modelo familiar e intercultural.
Olvidando todo esto, la nueva oferta de un plumazo hace aparecer un
nuevo Nivel de Atención, el IV Nivel, que no está ni descrito ni normado en las
redes de establecimientos del Ministerio de Salud. Esto me hace recuerdo a los
Hoteles Gran Turismo, que aparecieron cuando los hoteles de cinco estrellas les
quedaron pequeños. Hoy el Presidente de la República anda ofreciendo hospitales
de cuarto nivel, a gusto y antojo de su percepción política, sin tomar en
cuenta los criterios que fueron normados por su propio Ministerio de Salud.
Estos criterios son poblacionales, epidemiológicos, técnicos, económicos y funcionales,
en cuanto a las necesidades de la red de atención.
Por encima de estos criterios el Presidente plantea como política de
estado la construcción de cuatro hospitales de cuarto nivel en cuatro de las
nueve capitales departamentales del país. Textualmente dijo: "El primer
hospital de cuarto nivel será en Cochabamba de Oncología; el segundo de
Cardiología en Tarija, hasta llegar al trasplante de corazón; el tercer
hospital de Gastroenterología en La Paz; el cuarto hospital de cuarto nivel
será en Neurología y Nefrología en Santa Cruz".
La deficiente gestión en salud de los últimos años, se ha caracterizado
precisamente por descuidar todos los niveles de atención pero principalmente el
Segundo Nivel y el Tercero. En Cochabamba el Hospital Viedma, de Tercer Nivel, está
acogotado por la demanda, que no puede ser cubierta por un segundo nivel, que
no existe. Varios hospitales de segundo nivel tienen sus construcciones paralizadas
o descuidadas. Esta realidad es similar en todos los departamentos. En el Alto
se ha inaugurado un Hospital de Tercer Nivel que se cerró después de ser
inaugurado, sin equipamiento y sin recursos humanos.
Frente a esta realidad hospitalaria ¿cómo se puede pensar en un nuevo
nivel de atención, sino es pensando sólo en los votos de los electores? ¿Por
qué no se ofrece mejorar o hacer marchar de verdad lo que existe antes de
ofrecer nuevos elefantes blancos a los que estamos acostumbrados en materia de
salud? Los hospitales no son solo edificios, sino estructuras con grandes requerimientos
que hasta ahora los gobiernos no han sido capaces de abastecer. Debieran ser,
además, parte de una red de servicios cuyo fin último es la resolución de todos
los problemas de salud, desde los más simples hasta los más complejos. Para
esto existen tres niveles normados que debieran trabajar de manera coordinada y
complementaria. El cuarto nivel es para la campaña.
miércoles, 6 de agosto de 2014
Europa promueve la bicicleta como medio de transporte sostenible
![]() |
Bicicletas del programa Vélib listas para ser alquiladas en Paris |
Después de
visitar algunos países europeos volví impresionado por un programa de
transporte, de fomento al manejo de la bicicleta, que es ejecutado por los
municipios más importantes de esa región. Mi primera impresión fue en Paris
donde descubrí el proyecto Vélib, que funciona desde 2007. Consiste en alquilar
bicicletas a peatones para que puedan desplazarse de un punto a otro de la
ciudad, normalmente desde una estación de metro a otra. Por eso va ligado a la
red de servicio de transporte de la ciudad. Si algo tienen de admirable las
ciudades europeas es su red integrada de transporte. Todos los transportes
están integrados y articulados, desde el avión (o sea los aeropuertos), pasando por los trenes, el
metro, los tranvías, los buses y, ahora, la red de bicicletas, que son
alquiladas a precios accesibles. Los poseedores de un abono de transporte
tienen opción de alquilar una bicicleta a precio rebajado, a la salida de
cualquier metro. También existen usuarios ocasionales.
El usuario
puede tomar una bicicleta con su tarjeta prepago de cualquier estación y devolverla
en la misma estación o en otro puesto distante, que esté próximo a su punto de
destino, que puede ser su lugar de trabajo o su escuela. Este recorrido se
denomina trayecto.
![]() |
Bicicletas del programa Villo! de Bruselas |
El servicio
Vélib funciona las 24 horas y es usado por 274.000 abonados anuales, que en 7
años de funcionamiento han realizado 200 millones de trayectos. El 13 de junio
último fue uno de sus días record con 163.000 trayectos realizados en un solo
día. El promedio actual es de una bicicleta alquilada por segundo. El servicio
es un orgullo de los franceses, satisfacción que se mide porque el 86% de los
franceses lo publicitan y recomiendan.
Aunque
probablemente el impacto que más se buscaba al momento de instituir Vélib era
el ambiental, su impacto como forma de desplazamiento fue notable y eficaz, así como su impacto en
la conciencia de la población. En días pico de polución la Alcaldía de Paris ha
puesto este servicio no contaminante de manera gratuita para el desplazamiento
de la gente. Yo subrayo que colateralmente es una forma de estimular la
actividad física en la población usuaria, revalorizando este medio de
transporte en plena era del automóvil.
En la
actualidad Vélib está concentrada en mejorar la disponibilidad de bicicletas y
su estado mecánico, éste último para contrarrestar el vandalismo, que también
existe y cuya penalización se está avizorando con más energía. Otra
preocupación es la de ofrecer de manera gratuita los servicios llamados P’tit Vélib a los menores de 2 a 8 años, para
los que se está poniendo a disposición una gran cantidad de puestos en lugares accesibles
para los niños. Por si fuera poco, y para los que buscan comodidad, a lado de
los puestos de bicicletas se han establecido puestos para alquiler de autos
pequeños eléctricos, que funcionan casi con la misma modalidad que las bicicletas.
El servicio se llama Autolib.
Un poco antes, el 17 de septiembre de 2006, se lanzó en
Bruselas el programa Ciclocity por la empresa JCDecaux coincidente con el Día
sin Coches de ese año. El programa no tuvo éxito por el limitado alcance de la
red y el poco número de bicicletas ofertadas. Fue relanzado el 2009 de manera
más ambiciosa y masiva con el nombre de Villo!.
![]() |
El logo del programa Villo! de Bruselas |
Como el anterior es un programa de alquiler de bicicletas públicas en la Región de
Bruselas, Capital de Bélgica. En la
actualidad dispone de más de 5.000 bicicletas para alquilarlas en 360 sitios distribuidos en los 11 municipios de Bruselas. A diciembre de 2011 el
sistema contaba con 27.000 abonados regulares que podían utilizar su tarjeta de
transporte público para acceder a la red Villo!
La densidad de estaciones en cada municipio variaba de 0.3 a 4,5 estaciones
por km²; y el promedio de uso mensual por estación fue de 1.251 bicicletas.
En Madrid
el programa se llama BiciMAD, cuya Tarjeta Anual cuesta 25 Euros, frente a los
15 de los que disponen de un abono de transporte público. El usuario ocasional
paga 2 Euros por la primera hora y 4
Euros por la segunda hora o fracción, mismos que son pagaderos en las
estaciones BiciMAD llamadas TOTEMS, por su forma particular. El servicio cubre
las 24 horas de los 365 días del año.
En Barcelona el servicio se llama Viu Bicing y es
promocionado como “una forma diferente de moverte”, transporte urbano sencillo,
práctico y sostenible que puedes utilizar en tus trayectos por la ciudad. Viu
Bicing es tan fácil como ir en bicicleta, donde quieras y cuando quieras, sin
humos ni ruido.
![]() |
Bicicletas de Viu Bicing del Municipio de Barcelona |
Similares servicios existen en casi todas las capitales
europeas con diferentes nombres. Su originalidad y adherencia en la población
nos pone en situación de envidia. Mientras en los países más desarrollados se
hacen esfuerzos por cuidar el ambiente y promover la actividad física, por
crear infraestructura vial y caminera para promover el uso de la bicicleta, en
nuestro país pareciera que se hace todo lo contrario. Cada día aumenta el apego
al uso desmesurado del vehículo automotriz y el abandono u olvido de medios de
transporte alternativos, como la bicicleta, que pueden tener un fuerte impacto
en la salud de la población y su medio ambiente.
miércoles, 26 de marzo de 2014
Se realiza con éxito Congreso de la Sociedad Boliviana Médica de Salud Pública
![]() |
Grupo de salubristas que fueron reconocidos en el Congreso de la Sociedad Boliviana Médica de Salud Pública |
Como se tenía programado, entre el 20 y 22 de marzo de 2014,
se llevó a cabo el Congreso Ordinario de la Sociedad Boliviana
Médica de Salud Pública en la ciudad de Tarija, teniendo como anfitriones a los
miembros de la Regional chapaca, que hizo todo de su parte para que el evento
sea exitoso. El programa tocó aspectos académico
científicos; administrativos; gremiales
y sociales.
Mi participación en el evento se debió a una invitación de la Directiva Nacional, presidida por el Dr. Carlos Oropeza, para presentar el tema base para la elaboración del relato académico oficial del Congreso que versaba sobre “El rol del especialista en salud pública en el Siglo XXI en Bolivia”.
Después de un diagnóstico somero del sector salud y de los diferentes espacios donde actúan los
salubristas, hice una síntesis de la salud del boliviano, catalogándola como: deficitaria; distribuida de manera
desigual; en medio de un complejo epidemiológico de acumulación de problemas
antiguos y otros emergentes, para cuya atención tiene servicios fragmentados e
insuficientes; distribuidos de manera inequitativa, lo que genera fuerte exclusión
en salud y la persistencia de barreras que evitan la accesibilidad por parte de
la mitad de la población. Es un sistema,
entonces, donde campean las diferencias injustas y evitables en el acceso a los
bienes y servicios; y donde el MSD ha demostrado poca eficiencia, falta de
autoridad y una grave disminución de su capacidad rectora.
Un instrumento válido para ayudar a mejorar esta situación es la Salud Pública como especialidad encargada
de generar y conducir las políticas públicas de salud. Sin embargo, la salud
pública no es estática como rama del conocimiento, es también un fenómeno social cambiante y determinada
por lo económico y lo político. Como todo fenómeno social tiene su propia
historicidad. Es una práctica colectiva,
es parte de la sociedad y, como tal, responde a cada sociedad concreta de
manera diferente y definida.
Pese a estas especificidades, la salud pública tiene algunos
espacios comunes que la identifican: a) Su objeto de estudio y de trabajo: la
salud-enfermedad de la población; b) Su fin o propósito: la defensa de la vida y la salud de la
población; c) Su prioridad: la atención de los problemas públicos, antes que
los individuales; d) Su instancia conductora: que es la autoridad política,
generalmente representada por los ministerios de salud; c) Sus líneas de acción:
orientadas a la población y al espacio geográfico donde ella desarrolla su vida
diaria.
Para cumplir sus tareas supremas el salubrista se mueve en
el campo de la defensa del derecho a la salud, tarea que exige de él un cierto
perfil indispensable para cumplir su rol en el Siglo XXI. En este sentido
nuestro salubrista debe contar con:
- Conocimientos sólidos sobre salud y un pensamiento
integral y social; con capacidad de análisis de la realidad compleja y
cambiante del país;
- Valores morales y éticos (saber sobre derechos, equidad,
solidaridad y otros)
- Ser comprometido, tener el potencial de aceptar desafíos
con entereza;
- Liderazgo innovador, constructor de opciones y alianzas,
negociador y comunicativo;
- Habilidad y capacidad de promover políticas públicas en el
nivel donde se encuentre, internacional, nacional, departamental o local;
- Capacidad de formular, ejecutar y evaluar programas,
proyectos e intervenciones en salud;
- Capacidad de
gerenciar, de utilizar la información para la toma de decisiones y de trabajar
en equipo;
- Intuición y habilidad para promover la participación de la
población y de trabajar con la comunidad;
- Capacidad de generar y participar en investigación en
salud pública, principalmente la que muestre su utilidad social y sea de aplicación
inmediata;
- Destrezas y conocimientos para participar en capacitación
de recursos humanos del sector y de educación en salud de la población.
![]() |
El Presidente de la Sociedad Boliviana Médica de Salud Pública, Carlos Oropeza, toma posesión de la nueva directiva |
Alrededor de esta disertación central y de la que brindó el
Presidente de la Sociedad se armó una interesante mesa redonda, cuyos resultados
saldrán en las memorias del Congreso.
Entre los temas gremiales se trató sobre la
institucionalización de cargos, el derecho a la jubilación, la sindicalización
y otros varios, terminando el evento con la elección de la nueva mesa
directiva, que recayó en la Filial Tarija y estará presidida durante los dos
próximos años por el Dr. Walter Santa Cruz.
En el temario social se hizo una distinción a profesionales meritoriosque han contribuido al mejoramiento de la salud pública en
Bolivia, mismos que fueron seleccionados por cada una de las filiales. En la
ocasión fui gratamente sorprendido por haber sido nominado por la Directiva Nacional,
que me hizo entrega de una placa de reconocimiento cuyo contenido y simbología
me compromete a apoyar e impulsar con mayor ahínco a nuestra sociedad para que levante
sus expectativas y sea el motor impulsor del mejoramiento de la salud de los
bolivianos. Desde este mi espacio agradezco a la Directiva saliente por la
especial deferencia que tuvo con este servidor de la salud pública.
viernes, 10 de enero de 2014
Sobre el libro Desarrollo y Salud del Dr. Torres Goitia
En agosto último tuve la oportunidad de encontrarme con el
Dr. Javier Torres Goitia en ocasión de las II Jornadas Internacionales de Salud
Pública, organizadas en la ciudad de Santa Cruz por la Sociedad Médica Cruceña
de Salud Pública (SOMECRUSP). Fue una interesante ocasión para compartir y
dialogar con Don Javier, quien continúa activo y lúcido como siempre. Como
resultado de estas conversaciones fui obsequiado con un ejemplar de la Segunda
Edición de su libro DESARROLLO Y SALUD: Historia de la medicina social y de la
atención primaria de la salud. Edición que fue copatrocinada por la Universidad
Mayor de San Andrés, la Universidad Andina Simón Bolívar y el Convenio Hipólito
Unanue, del Organismo Andino de la Salud, cuyo Secretario Ejecutivo era, en ese
entonces, Oscar Feo, un amigo común que escribe el Prefacio de la Primera
Edición. En la Segunda Edición se hace notar la incorporación como co-autor de
su hijo, Javier Torres Goitia Caballero.
Resulta tarea difícil analizar en pocas líneas una obra tan
variada y compleja, que abarca casi 500 páginas de historia crítica y análisis
de la evolución de la salud pública, principalmente en sus aspectos
relacionados con la atención primaria de la salud. Sus diferentes capítulos son
relatos históricos y conceptuales de esta evolución, siendo estos últimos los
de mayor interés, porque le dan especificidad al trabajo desarrollado. Gran
parte de la información que llamaremos histórica o documental puede ser hallada
en las múltiples referencias que se encuentran al final del libro, donde priman
las publicaciones de la OPS y la OMS.
Entre estos temas conceptuales me referiré a dos
principales. El concepto de Medicina Social y el de promoción de la salud como
estrategia de intervención sobre los determinantes sociales de la salud, además
de la relación entre ambos.
En primer lugar salta a la vista la fuerte oposición
adoptada por los autores en relación al positivismo y al funcionalismo y, por
el contrario, su adscripción a la teoría dialéctica del marxismo en tanto filosofía
y lógica de interpretación del proceso de transformación de la materia y la sociedad. Desde
esta óptica filosófica hacen su aproximación e interpretación de la Medicina Social.
Esto es congruente con el desarrollo general de la Medicina Social
en Latinoamérica, que fue impulsada por grupos de pensadores marxistas más o
menos ortodoxos, principalmente desde México, Ecuador y Brasil, en este último
país con el nombre de Salud Colectiva. En Bolivia, los seguidores de la Medicina
Social recibieron fuerte influencia del Ecuador, que tuvo su momento de pujanza
y de declive.
La Medicina Social se fundamenta en la aplicación de las
ciencias sociales a la salud, que como campo conceptual está en desarrollo y
articulada a las condiciones económicas y sociales, que son las determinantes
sociales de la salud, cuyo tratamiento sería la base para promover la salud y,
de cuyo entendimiento, emergería de manera incuestionable la responsabilidad
social por la salud.
De esta manera la Atención Primaria no puede ser entendida
sin un compromiso con los contenidos sociales de la salud, dentro del proceso
salud-enfermedad encarnado en el proceso económico-social y no como un proceso
biológico aislado, basado principalmente en estrategias médicas.
Con curiosidad entré al capítulo de los determinantes
sociales de la salud donde comprobé que en gran media tomó prestado los
resultados del trabajo de la Comisión de los Determinantes Sociales de la
Salud, conformada por la OMS en 2005, que afirma que los determinantes
sociales de la salud son la causa de muchas inequidades en materia de salud y
de una gran parte del sufrimiento humano. Transcribe también las
recomendaciones de la Comisión, que son tres: mejorar las condiciones de vida;
luchar contra la distribución desigual del poder, del dinero y los recursos; y
medir la magnitud del problema, analizarlo y evaluar los efectos de las
intervenciones. El libro, finalmente hace suyo el desafío de la Comisión de
subsanar las desigualdades en una generación, desafío a todas luces
irrealizable y utópico, puesto en
posición de duda después de la emergencia de la última crisis mundial, que
golpea principalmente en los países del norte: Europa y Estados Unidos.
Para mi gusto, en estos últimos capítulos falta el enfoque
crítico y filosófico con el que fue abordado el libro de manera inicial. Este
enfoque de base marxista exige priorizar los determinantes sociales y no
tratarlos a todos de manera igualitaria. Como los mismos autores señalan al
comienzo, la determinante social por excelencia es la ubicación de cada clase
social en los sistemas de producción, ubicación que otorga un papel
verdaderamente determinante a los temas de la economía, principalmente los
ingresos.
No solo los seguidores del Informe Lalonde, del Canadá
-citado repetidamente en el libro- que otorgaba preponderancia a los estilos de
vida; al entorno ambiental; a la biología humana; y a los servicios asistenciales,
invisibilizan y ecologizan la economía, sino que, gran parte de los seguidores
de la corriente última de los determinantes sociales de la salud, ahora convertido
en el discurso de moda, han mezclado los determinantes sociales y los han
priorizado según su conveniencia, llegando incluso a olvidar la palabra “social”.
De esta manera se han elaborado listas interminables de determinantes
ambientales, culturales, geográficos, comunicacionales, biológicos y otros, que
no han hecho más que hacer perder el contenido y el verdadero enfoque de la Medicina Social, por
lo tanto, su potencial influencia en el manejo de los determinantes. Percibo
que esta falta de amarre entre los determinantes sociales priorizados y la
Medicina Social es una de las falencias de estos últimos capítulos del libro en
cuestión.
Más allá de estas naturales observaciones a un trabajo documental
de tal envergadura, no podemos dejar de ponderar y reconocer el esfuerzo de
conjuntar y articular la historia de la salud pública con una visión integradora
y de carácter social, que desde siempre
es el esfuerzo y el mayor reconocimiento
que se le hace al Dr. Torres Goitia en su lucha por el derecho a la salud. Su
libro es fruto de este esfuerzo y se
constituye en un documento de referencia fundamental para la salud pública boliviana.
jueves, 2 de enero de 2014
Salud es el Talón de Aquiles del Gobierno Departamental y Nacional
Alumnas de enfermería explican diferentes formas no hospitalarias de prevenir el chagas |
En ocasión de la presentación del informe anual del
Presidente Evo Morales en el Municipio de Entre Ríos, Chapare, los sectores
sociales que participaron en el mismo, principalmente los cocaleros,
manifestaron al Presidente que los
sectores de justicia y salud son los que presentan mayores deficiencias. El
Presidente en actitud autocrítica reconoció que existe una deficiencia en el
sector salud, "especialmente en Cochabamba”.
Evidentemente, en el país el sector salud es un conglomerado
de sistemas que funcionan anárquicamente, sin atender de manera adecuada a sus
poblaciones objetivo. La propuesta presidencial de realizar una cumbre donde se
plantee una revolución en la salud pública no pudo ejecutarse en dos años y ha
sido postergada de manera indefinida.
Entretanto, hemos sido testigos de una serie de
acontecimientos que son indicadores de esta deficiencia sanitaria. Hemos visto
a los ancianos deambulando por asegurarse una atención permanente en algún
centro hospitalario, dentro de lo que tiene establecido el Seguro de Salud para
el Adulto Mayor (SSPAM), con resultados verdaderamente catastróficos. Se ha
hablado repetidamente de las deudas municipales y de la baja inversión de los
municipios en el sector salud, área que es permanentemente eludida como si no
fuera responsabilidad de los gobiernos locales y departamentales. Como
consecuencia, se tiene un sistema con baja capacidad resolutiva en el primer
nivel de atención, pero, sobre todo, en el segundo nivel, que es casi
inexistente. En Cochabamba existen varios hospitales diseñados y/o paralizados
en su construcción. La deficiencia es notoria en equipamiento, insumos,
infraestructura y recursos humanos. Todo esto configura un panorama desolador,
principalmente para la gente de escasos recursos y para la que vive en el área
rural.
Ignorando este diagnóstico, la Asamblea Legislativa
Departamental de Cochabamba ha aprobado una ley que recorta los recursos para
la atención gratuita de pacientes de escasos recursos por un monto de 550 mil
Bolivianos para la promoción turística del departamento en el Rally
Automovilístico Internacional del Dakar, medida a todas luces desubicada y
atentatoria contra la salud y la vida de nuestra población. Los asambleistas
que tomaron la decisión, evidentemente, recurren al eterno expediente de los gobiernos
conservadores de menospreciar la salud por satisfacer otros menesteres o
sectores, que en ningún caso serán más importantes que la salud. Menos Turismo y, mucho menos, una carrera de negativo impacto ambiental,
que es salud de la Madre Tierra.
En este sentido, el diagnóstico del Presidente me parece
equivocado cuando dice que "si no cambiamos la mentalidad de los médicos,
no servirá de nada implementar hospitales”. La salud es una integralidad que no
se logra sólo con médicos o con
hospitales, requiere, primero, voluntad política, visión de los políticos para
saber cómo se mejora la salud de la población y cómo se invierte en ello. Por
esto, lo primero que se debe buscar es cambiar la mentalidad de los políticos,
de esos asambleistas que prefieren el circo a la salud de la gente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)