lunes, 25 de enero de 2021

Incidencia y mortalidad por Coronavirus en Bolivia

Por Fernando Rocabado Quevedo* y Arnaldo Aliaga Pacheco**

Nos hemos propuesto analizar la incidencia y la mortalidad por el Covid 19 en Bolivia, toda vez que se ha desatado una segunda ola epidémica y el virus ya asola en nuestro territorio por espacio de 11 meses, sin dar visos de disminuir en su ataque. El objetivo principal es entender mejor su comportamiento y distribución en el territorio nacional, desglosando la información por departamentos, con el objetivo de orientar mejor las estrategias de control. La metodología ha sido simple, hemos utilizado la información diaria que proporciona el Ministerio de Salud, misma que hemos ido recopilando durante la pandemia. Con ella hemos construido un cuadro matriz, que por su tamaño lo ponemos al final (Tabla 2); a partir de él hemos armado el resto de los cuadros y gráficas. Se han utilizado cinco indicadores: número de casos, de cada día; número de muertos, de cada día; tasa de incidencia, dividiendo el número de casos entre la población x 100.000; tasa cruda de mortalidad, dividiendo el número de muertos entre la población x 100.000; y la letalidad, dividendo el número de muertos entre el número de casos x 100. 



La Tabla 1, que resume los totales departamentales y nacional, da una mirada al comportamiento y diferencias entre regiones. Santa Cruz, que tiene el 29% de la población, tiene el 34% de los casos de Covid-19; en tanto que La Paz tiene el 25% de los casos y el 25% de la población; Cochabamba, con el 17% de la población tiene el 10% de los casos. Entre los tres departamentos del eje central tienen el 71% de la población y el 69% de los casos; este eje tiene, además, las ciudades más grandes y pobladas. 

Santa Cruz es el departamento que tiene entre los más altos  indicadores. En cuanto a la incidencia es superado por Tarija y Pando; la incidencia poblacional de Tarija es la mayor del país, 3.127 casos por cada 100.000 habitantes. El cuarto departamento en incidencia es el Beni, mostrando que las regiones tropicales han tenido las mayores incidencias en este tiempo. La incidencia nacional es de 1.665,4 por 100.000.

Lo mismo pasa con la tasa de mortalidad, que son más elevadas en Santa Cruz (138x100.000) y Pando (116,6x100.000), siendo también elevadas las del Beni y Chuquisaca. Estos cuatro departamentos tienen las tasas por encima de la nacional que es de 83,9 por 100.000.

Finalmente, en cuanto a la letalidad, los dos departamentos con la letalidad más elevada son Cochabamba (7,3%) y Santa Cruz (7,0%). Por encima la nacional, que es de 5,0% se encuentran, además, Pando y Chuquisaca.

 

                                              Gráfica 1 


Con la información diaria de los casos y muertos se han construido las dos gráficas expuestas. La primera, la de los casos, ha sido analizada desde el 10 de marzo 2020 hasta el 20 de enero 2021, fecha del último informe; nos muestra las curvas de las dos olas de la pandemia y los descensos, la línea roja corresponde a 200 casos diarios. Con ella hemos construido cinco segmentos de tiempo, para estudiar el comportamiento de los cinco indicadores mencionados en cada uno de ellos. El primer segmento va del 10 marzo al 15 mayo, y corresponde al inicio de la pandemia, hasta cuando sobrepasa los doscientos casos;  el segundo segmento va del 16  mayo al 31 julio, que corresponde al ascenso de la primera ola; el tercer segmento, del 01 agosto al 08 octubre, que es el tiempo del descenso de la curva, hasta que está por debajo de las doscientas muertes diarias; el cuarto segmento va del 09 octubre al 08 diciembre, corresponde al momento de máximo descenso, dos meses con menos de doscientos casos diarios; finalmente, el segmento del 09 diciembre al 20 enero, que corresponde al crecimiento rápido de la segunda ola de la pandemia y cuyo descenso no lo vislumbramos aún.

Las características de estas cinco etapas están concretadas en la Tabla 2; en el nivel nacional el tiempo de duración de la pandemia ha sido de 317 días, 77 fueron de franco ascenso en la primera ola y 44 en la segunda ola, con un promedio diario de 951 casos en la primera y de 1.093 casos en la segunda. La meseta baja de octubre y noviembre tuvo una duración de 60 días.

La incidencia de la enfermedad tuvo, también, sus altibajos en cada segmento; empezó con 30,7 x 100.000, para subir en la primera ola a 629,3 x 100.000 y bajar en el descenso de la ola a 525,9 x 100.000 y, en la meseta baja, a 66,1 x 100.000. En la segunda ola está nuevamente en pleno ascenso, siendo hasta el 20 de enero de 413,4 x 100.00. La incidencia del país para toda la pandemia ha sido de 1.665,4 x 100.000.

A partir de la observación del comportamiento de la pandemia, llama la atención la disminución de la mortalidad durante la segunda ola (Gráfica 2). El número de decesos en el ascenso de la primero ola fue de 49 diarios, y en la segunda ola es de 17 por día, es decir 3,0 veces menos muertes; el promedio de muertes en toda la pandemia ha sido de 31 por día. El mayor número de muertes diarias corresponde al momento del descenso de la primera ola con 62 muertes/día, para bajar a 13 en la etapa de la meseta de octubre y noviembre (4,8 veces menos). Toda esta situación está bien expresada en la Gráfica 2 donde se nota que el ascenso de la ola de muertes no supera al de la primera, sino que está muy por debajo, equivalente a las muertes que se daban en el mes de junio 2020.


                                            Gráfica 2


La tasa de mortalidad acumulada en el país para toda la pandemia es de 83,9 x 100.000. La tasa de mortalidad en el ascenso de la primera ola ha sido de 32,6 x 100.000, frente a 6,6 x 100.000 en el ascenso de la segunda ola; significa que la tasa de mortalidad en la segunda ola es 5 veces menor que la tasa de mortalidad durante el ascenso de la primera ola. La mayor tasa de mortalidad se ha encontrado en el descenso de la primera ola con 36,7 x 100.000. En la meseta baja de octubre-noviembre la tasa de mortalidad ya era de 6,6 x 100.00. 

La letalidad nos ofrece también algunas sorpresas, por su variación entre regiones y en el tiempo. La letalidad en toda la pandemia ha sido de 5,0% (Tabla 1), siendo notoriamente superior en Cochabamba (7,3%) y Santa Cruz (7,0%), seguidos de Pando (5,4%) y Chuquisaca (5,2%). Por el contrario, los departamentos con menor letalidad son Tarija (2,5%) y (Potosí (2,6%), o sea que Tarija tiene tres veces menos letalidad que Cochabamba; La Paz (3,0%) tiene también una letalidad baja. Entre los departamentos altiplánicos Oruro es el que tiene la más alta letalidad (4,9%). 

                                          Gráfica 3

El comportamiento de la letalidad en el transcurso de la pandemia también ha sido disímil (Gráfica 3). Comenzó en la primera etapa con 4,6%, subió en la primera ola a 5,2%, para seguir subiendo durante el descenso de la primera ola a 7,0% y llegar a su tope máximo en la meseta de octubre/noviembre a 10,0%. En el ascenso de la primera ola tuvo una bajada considerable a 1,6%, es decir, cinco veces menos, lo que se percibe claramente al final de la curva. La letalidad promedio nacional en toda la pandemia ha sido de 5%.

Los datos manejados por segmento y departamento están en el cuadro 2, que puede ser utilizado por cualquier investigador; para tener una idea del comportamiento por departamento haremos algunas observaciones de las más llamativas. Así vemos que Santa Cruz, es el que tiene el mayor número de casos diarios, 209 en promedio, llegando a acumular el 34,2% de los casos de todo el país. Lo mismo en decesos, tuvo 15 muertes por día y acumuló casi la mitad de las muertes de todo el país (48%). Su incidencia fue de las más elevadas en cada etapa, siendo particularmente elevada en el ascenso de la primera ola (952,9 x 100.000) y, ahora en el ascenso de la segunda ola (619,7 x 100.000). Su tasa de mortalidad es 1,6 veces mayor que la tasa nacional; y su tasa de letalidad 1,4 veces mayor. 

La Paz es el segundo en número de casos, con 149 como promedio diario en toda la pandemia, aunque su mortalidad es más baja, 4 decesos por día; entre agosto y octubre llegó a 11 por día. Su tasa de mortalidad es de 48,5 x 100.000, lo que representa una tasa tres veces menor que la de Santa Cruz. Lo mismo sucede con la letalidad, que en promedio es de 3%; llama la atención que, en el momento de baja, en la meseta de octubre y noviembre, subió a 11,2%.

Cochabamba es un departamento con 60 casos/día y 4 decesos/día durante toda la pandemia. Su tasa de incidencia es más baja que la de los dos anteriores (940,9 x 100.000), una mortalidad intermedia (68,8 x 100.000), pero su tasa de letalidad es mayor, 7,3%. 

Oruro ha mostrado un comportamiento intermedio con 25 casos por día -en la primera ola subieron a 41/día y en la segunda a 39/día- con 1 muerte promedio/día. Su incidencia es de 1.440,4 x 100.000 y su tasa de mortalidad es de 70,4 x 100.000, su letalidad es de 4,9%, menor que la nacional.

Potosí tiene, también, cifras intermedias, habiendo presentado una primera ola atrasada con respecto al país, su promedio de casos es de 35 al día, pero entre agosto a octubre, cuando en el resto del país descendía la ola, en Potosí se presentaron la mayor parte de sus casos, 104 al día. Su tasa de letalidad es de las más bajas del país.

Una situación similar presenta Tarija, que tuvo la mayor parte de sus casos cuando había un descenso en el resto del país, 163 casos/día, siendo su promedio de 58 casos/día para toda la pandemia. Como ya dijimos, Tarija tiene la incidencia más elevada y la letalidad más baja.

En la misma situación intermedia se encuentra Chuquisaca., que tuvo su ascenso más fuerte coincidiendo con el descenso de los primeros. En promedio tiene 35 casos/día, pero entre agosto y octubre llegaron a 76 casos/día y, ahora en la segunda ola, subieron a 72 casos/día. Tiene una incidencia superior a la media nacional (1.763,2 x 100.000), también una mortalidad (91,5 x 100.000) y una letalidad superior (5,2%).

El Beni fue de los departamentos donde primero azotó la pandemia; en el ascenso de la primera ola presentó 64 casos diarios, siendo su promedio total de 30. En la actualidad ha vuelto a aumentar a 48. De la misma manera, el 62% de sus decesos se han dado en el ascenso de la primera ola, siendo el total de sus fallecidos de 408. Tiene una de las incidencias más elevadas, 1.965,6 x 100.000, con una mortalidad y letalidad intermedia.

Pando, el departamento más pequeño del país, ha tenido un promedio diario de 10 casos en toda la pandemia, habiendo subido a 14 en la primero ola y, ahora, en la segunda ola, a 21/día. Tiene la segunda tasa de incidencia después de Tarija. 

Conclusiones. -

Tratamos de hacer una fotografía de la pandemia en Bolivia para entender un poco su distribución en el tiempo y en el espacio regional, que no ha sido uniforme. Los resultados se concentran en la tabla 2 que la exponemos íntegramente para que sea de utilidad pública. 

Los tres departamentos del eje central concentran la gran mayoría de los casos, probablemente relacionados con su mayor población y densidad. Esto no significa que sus tasas de incidencia sean las más elevadas, salvo Santa Cruz que, con Tarija, Pando y Beni, han sufrido el mayor ataque en proporción a su población.

La incidencia tiene relación con la mortalidad, los mismos departamentos tienen las tasas de mortalidad más altas, salvo Tarija que tiene la incidencia más alta, con mortalidad y letalidad más bajas. Habría que ver si este fenómeno se debe a la resiliencia de su población, su mejor sistema de tratamiento o a la inclusión entre los casos de los que fueron diagnosticados con test rápidos y no solo con PCR.

La letalidad, que es la capacidad de la enfermedad de matar a los que se infectan, es particularmente elevada en Cochabamba y Santa Cruz y que, probablemente se deba al manejo de los test y a la forma del conteo de los positivos, orientado a casos clínicamente ya definidos. En la segunda ola, utilizando ya las pruebas rápidas, ambos indicadores han bajado considerablemente, por debajo de la media nacional. Por otra parte, llama la atención que Santa Cruz, que ha utilizado masivamente la Ivermectina como medicamento preventivo y curativo, tenga de las más altas tasa de mortalidad y letalidad.

La gráfica de los casos nos muestra la clara definición de las cinco etapas o segmentos definidos para el estudio. Llama la atención el descenso de los meses de octubre y noviembre, que otorgaron cierto motivo de descuido, tanto de las autoridades como de la población. En medio de ella se realizaron las elecciones nacionales, que parecen no haber impactado en la tendencia de la epidemia. Es un descenso que puede atribuirse al impacto de las medidas de cuarentena aplicadas desde el mes de marzo y, también, a un decurso de la historia natural de la enfermedad, que tiene sus subidas y bajadas. Fueron dos meses de relativa calma, que antecedieron a la aparición abrupta de la segunda ola que, en 44 días, superó en casos a la primera ola, claro que con la introducción de un nuevo test rápido que ha sido distribuido en cantidad. Este testeo masivo puede estar permitiendo el diagnóstico de casos más leves, lo que explicaría el descenso de la mortalidad. Este fenómeno se nota claramente en la gráfica de los decesos y en la de la letalidad. 

El análisis por departamentos debe llevarnos a priorizar acciones en Santa Cruz, que durante los 11 meses ha mostrado tener de los peores indicadores.  También se debiera hacer un seguimiento epidemiológico al Departamento de Cochabamba para explicar su alta letalidad, posiblemente atribuible a su sistema de testeo y vigilancia epidemiológica antes que a la sola deficiencia de sus servicios o a la vulnerabilidad de su población. Departamentos con peores servicios han demostrado menor mortalidad o letalidad, lo que también debe ser objeto de estudio, debido al subregistro, a los entierros clandestinos o a la certificación de la muerte por parte de familiares, que encuentran un estigma en la certificación de muerte por Covid-19.

Los ascensos y descensos de la curva epidemiológica no han sido similares en todos los departamentos, algunos empezaron la primera ola en mayo, pero otros en fechas intermedias y otros más tardíamente, tal es el caso de Tarija, Potosí y Chuquisaca, que empezaron posteriormente; habrá que ver si ese atraso se replica en la segunda ola. 

Finalmente, decir que, pese a la menor mortalidad en la segunda ola, no se debe subestimar el impacto en vidas y en el daño producido a la población, mismo que debe ser disminuido mediante políticas públicas integrales y de consenso entre los tres niveles de gobierno, que abarquen todos los aspectos relacionados con el control de la pandemia, cuyo conocimiento y experiencia es mucho mayor ahora, que hace 11 meses.


Tabla 2

Departamento

Segmento

Número de Días

 Casos

Decesos

Incidencia

Letalidad

Mortalidad

Media

Total

Media

Total

Bolivia

10mar-15may

67

53

3577

2

164

30,7

4,6

1,4

16may-31jul

77

951

73212

49

3798

629,3

5,2

32,6

01ago-08oct

69

887

61180

62

4266

525,9

7,0

36,7

09oct-08dic

60

128

7688

13

769

66,1

10,0

6,6

09dic-20ene

44

1093

48088

17

767

413,4

1,6

6,6

Total

317

611

193745

31

9764

1665,4

5,0

83,9

Santa Cruz

10mar-15may

67

34

2297

1

83

68,2

3,6

2,5

16may-31jul

77

417

32112

26

1995

952,9

6,2

59,2

01ago-08oct

69

126

8713

29

2009

258,5

23,1

59,6

09oct-08dic

60

37

2230

6

337

66,2

15,1

10,0

09dic-20ene

44

475

20884

5

227

619,7

1,1

6,7

Total

317

209

66236

15

4651

1965,4

7,0

138,0

La Paz

10mar-15may

67

5

328

0

19

11,2

5,8

0,6

16may-31jul

77

203

15623

3

264

533,8

1,7

9,0

01ago-08oct

69

269

18569

11

771

634,4

4,2

26,3

09oct-08dic

60

19

1129

2

126

38,6

11,2

4,3

09dic-20ene

44

263

11573

5

239

395,4

2,1

8,2

Total

317

149

47222

4

1419

1613,3

3,0

48,5

Cochabamba

10mar-15may

67

3

196

0

9

9,7

4,6

0,4

16may-31jul

77

115

8834

8

654

435,5

7,4

32,2

01ago-08oct

69

68

4705

7

511

231,9

10,9

25,2

09oct-08dic

60

10

596

3

152

29,4

25,5

7,5

09dic-20ene

44

108

4757

2

69

234,5

1,5

3,4

Total

317

60

19088

4

1395

940,9

7,3

68,8

Oruro

10mar-15may

67

2

133

0

9

24,1

6,8

1,6

16may-31jul

77

41

3140

3

198

569,8

6,3

35,9

01ago-08oct

69

37

2548

1

98

462,3

3,8

17,8

09oct-08dic

60

7

414

0

22

75,1

5,3

4,0

09dic-20ene

44

39

1703

1

61

309,0

3,6

11,1

Total

317

25

7938

1

388

1440,4

4,9

70,4

Potosí

10mar-15may

67

0

32

0

1

3,5

3,1

0,1

16may-31jul

77

19

1454

1

72

161,3

5,0

8,0

01ago-08oct

69

104

7190

3

180

797,5

2,5

20,0

09oct-08dic

60

14

865

0

17

95,9

2,0

1,9

09dic-20ene

44

34

1483

1

22

164,5

1,5

2,4

Total

317

35

11024

1

292

1222,8

2,6

32,4

Tarija

10mar-15may

67

0

15

0

1

2,6

6,7

0,2

16may-31jul

77

51

3914

1

88

671,0

2,2

15,1

01ago-08oct

69

163

11279

4

248

1933,6

2,2

42,5

09oct-08dic

60

25

1508

1

73

258,5

4,8

12,5

09dic-20ene

44

35

1525

1

38

261,4

2,5

6,5

Total

317

58

18241

1

448

3127,0

2,5

76,8

Chuquisaca

10mar-15may

67

0

15

0

2

2,4

13,3

0,3

16may-31jul

77

26

2036

2

145

319,6

7,1

22,8

01ago-08oct

69

76

5265

5

342

826,5

6,5

53,7

09oct-08dic

60

13

754

0

28

118,4

3,7

4,4

09dic-20ene

44

72

3162

2

66

496,4

2,1

10,4

Total

317

35

11232

2

583

1763,2

5,2

91,5

Beni

10mar-15may

67

8

548

1

38

114,1

6,9

7,9

16may-31jul

77

64

4893

3

254

1018,7

5,2

52,9

01ago-08oct

69

26

1761

1

72

366,6

4,1

15,0

09oct-08dic

60

2

148

0

13

30,8

8,8

2,7

09dic-20ene

44

48

2091

1

31

435,3

1,5

6,5

Total

317

30

9441

1

408

1965,6

4,3

84,9

Pando

10mar-15may

67

0

12

0

0

7,8

0,0

0,0

16may-31jul

77

18

1407

1

115

911,5

8,2

74,5

01ago-08oct

69

14

950

1

50

615,5

5,3

32,4

09oct-08dic

60

1

44

0

1

28,5

2,3

0,6

09dic-20ene

44

21

910

0

14

589,6

1,5

9,1

Total

317

10

3323

1

180

2152,8

5,4

116,6


*   Salubrista - epidemiólogo
** Estadístico