jueves, 28 de agosto de 2008

NO SERA BIENVENIDO……SI NO PIDE PERDON….??!!

Después del contundente apoyo de la población (casi 70%) al Gobierno del Presidente Morales, además de la desorientación, salieron a relucir una serie de posiciones y actitudes en contra de los resultados y en contra de los que recibieron la confianza del voto. Los vehículos de éstas actitudes fueron, una vez más, unos cuantos cívicos (se van depurando los apellidos: Marincovic, Cava-Barrón, Bayar-Lea Plaza, Melgar y otros de menor peso), y cada vez menos prefectos. En algunas de las reuniones del CONALDE llegaron pocos Prefectos y más parecían reuniones de Secretarios Generales, recibiendo órdenes de los cívicos, especialmente del más mandón, el cruceño, que a estas alturas es el campeón en la generación de urticaria. Prácticamente sus indicaciones son casi órdenes para el resto de lo que fue la “media luna”. Dicen que con la victoria del Gobierno en 95 de las 112 provincias, la media luna se convirtió en “cuarto menguante” o por lo menos, en un queso Rochefort con grandes huecos. Están perforados por todo lado. No controlan la retaguardia ni los flancos. Su área de influencia se concentra en las fronteras amazónicas y en los municipios centrales, alrededor de la plaza, donde se encuentra la Prefectura, la Catedral y el camino al Aeropuerto. Esto tiene una significación, porque les permite bloquearlo y decir que Evo no será bienvenido, mientras no pida perdón…...lo que resulta irónico y una clara muestra de que se quiere imponer una dictadura de ciertas minorías acostumbradas a gobernar desde esos espacios.

Su triunfalismo inicial ha ido bajando de tono en la medida que los resultados del Referéndum Revocatorio los iba coagulando en estos sus centros de influencia. El Occidente fue perdido para el CONALDE; aunque la desubicada Prefecta de Chuquisaca diga que controla su Departamento. En su primer amago de conflicto tuvo que darse cuenta que no es así. Lo mismo pasa en Pando, que fue declarado el primer departamento con tierras saneadas, donde los siringueros, explotados de siempre, ya tienen acceso a tierras propias. En el sur existe la misma ambigüedad. Los campesinos huelen que ganarán más apoyando a Evo que defendiendo los recursos del IDH, que los prefectos mal los gastan. Por lo menos ahora vienen en forma de renta para sus abuelos. Así parece que los bloqueos han tenido que ser realizados por los enviados desde las ciudades junto a sus “uniones juveniles”, que no despiertan la confianza de nadie, salvo de los que les pagan.

Su primera reacción ha sido de ataque desorganizado. Pataleos que permiten la comprobación de que Comité no es sinónimo de partido, ni que el concepto de “región”, es el contrario del MAS. No son categorías equiparables. Podría serlo región contra región, o región contra país, pero esa contradicción en el momento no existe, aunque traten de crearla artificialmente. Sin embargo, el voto fue tan contundente en todo el país, que cualquier discursito regional aparece egoísta y mitigado por la aclamación nacional. Por eso brotan y se hacen notorios los verdaderos intereses en juego, los intereses de clase de quienes dirigen las regiones donde es mayoría relativa el voto opositor, principalmente, Santa Cruz y el Beni.

Desconocimiento de los resultados es la segunda reacción percibida. Se lanzan mil argumentos, hasta se ataca a la OEA, por chavista….(sic), todo para evitar cualquier consulta futura. Ahora saben que si la CPE va a referéndum, el pueblo la aprueba, seguramente con algunas modificaciones, pero la aprueba. Entonces, es mejor evitarlo, echar bosta en todos los libros y padrones electorales. Cualquier cosa menos consulta popular.

La otra actitud ha sido la de la agresión y la violencia desatada, so pretexto del IDH. No vamos a repetir los insultos al “mal nacido”, ni las agresiones por doquier. La versión de moda de esta violencia de las minorías viene camuflada en el slogan: “El Presidente no será bienvenido….mientras no pida perdón”. Es una violencia insoportable por mucho tiempo, porque no sólo va dirigida, con una total falta de respeto, al Presidente con mayor apoyo popular desde el 52, sino a los más de dos millones de bolivianos que votaron para que el Gobierno continúe con su gestión.

En medio del caos desatado por ellos mismos, principalmente en sus propias regiones, lo que a su vez desata el descontento de los que necesitan trabajar día a día para sobrevivir, se los vio tomando contacto con el Embajador Americano, que siempre aparece en los momentos críticos, ya sea para soliviantar o para amortiguar, según sea el caso y la recomendación de su sistema de inteligencia.

La otra reacción que se percibe, por el momento por parte de sus portavoces mediáticos, es la de hacer llamados al Ejército para que intervenga. No sólo fue pública la convocatoria del Alcalde Cruceño, sino que ahora algunos ideólogos del separatismo, muchos de ellos antiguos izquierdistas, están, a partir de sus artículos, “golpeando las puertas de los cuarteles”, pidiendo solapadamente que el Ejército intervenga.

Finalmente, está la posición del diálogo, que parece la más cuerda, de los que ya perciben que su coalición no tiene futuro y que el disfraz “autonomista” empieza a caer y a descubrirse su verdadero hábito de secesionistas y enemigos de la unidad del país. En esta posición parece haberse alineado el Prefecto de Tarija, cuyo discurso post-referéndum se mostró hasta ahora más inteligente y sosegado que el del beligerante Prefecto Costas. Una buena gestión de su nueva tarea de impulsar el diálogo puede permitirle un mayor beneficio político, especialmente en su departamento donde sabe que la mitad de la población chapaca apoya al Gobierno.

Por el contrario, y para aquellos que siguen diciendo que el revocatorio no sirvió para nada, después del referéndum el gobierno avanza más tranquilo, no responde las agresiones cotidianas, no se mezcla en las disputas callejeras; parece tener una estrategia de acumulación de fuerzas clara y que pasa por defender la unidad nacional, llamar al diálogo con lenguaje pacifista, administrar de manera adecuada la contradicción campo-ciudad y barrio marginal-centro de ciudad; además de recuperar el discurso autonomista, que fuese expropiado para defender intereses de grupo y no del país. Para recuperarlo, podría hasta redistribuir los recursos a las regiones de manera más equitativa, vía municipios, disminuyendo el poder de los Prefectos, que como instancia de gobierno no están demostrando ninguna utilidad, por lo que, el resto de los cristianos debiéramos pensar la manera de prescindir de ellos.