miércoles, 6 de agosto de 2014

Europa promueve la bicicleta como medio de transporte sostenible


 
Bicicletas del programa Vélib listas para ser alquiladas en Paris
Después de visitar algunos países europeos volví impresionado por un programa de transporte, de fomento al manejo de la bicicleta, que es ejecutado por los municipios más importantes de esa región. Mi primera impresión fue en Paris donde descubrí el proyecto Vélib, que funciona desde 2007. Consiste en alquilar bicicletas a peatones para que puedan desplazarse de un punto a otro de la ciudad, normalmente desde una estación de metro a otra. Por eso va ligado a la red de servicio de transporte de la ciudad. Si algo tienen de admirable las ciudades europeas es su red integrada de transporte. Todos los transportes están integrados y articulados, desde el avión (o sea  los aeropuertos), pasando por los trenes, el metro, los tranvías, los buses y, ahora, la red de bicicletas, que son alquiladas a precios accesibles. Los poseedores de un abono de transporte tienen opción de alquilar una bicicleta a precio rebajado, a la salida de cualquier metro. También existen usuarios ocasionales.  

El usuario puede tomar una bicicleta con su tarjeta prepago de cualquier estación y devolverla en la misma estación o en otro puesto distante, que esté próximo a su punto de destino, que puede ser su lugar de trabajo o su escuela. Este recorrido se denomina trayecto.  
Bicicletas del programa Villo! de Bruselas
El servicio Vélib funciona las 24 horas y es usado por 274.000 abonados anuales, que en 7 años de funcionamiento han realizado 200 millones de trayectos. El 13 de junio último fue uno de sus días record con 163.000 trayectos realizados en un solo día. El promedio actual es de una bicicleta alquilada por segundo. El servicio es un orgullo de los franceses, satisfacción que se mide porque el 86% de los franceses lo publicitan y recomiendan. 

Aunque probablemente el impacto que más se buscaba al momento de instituir Vélib era el ambiental, su impacto como forma de desplazamiento  fue notable y eficaz, así como su impacto en la conciencia de la población. En días pico de polución la Alcaldía de Paris ha puesto este servicio no contaminante de manera gratuita para el desplazamiento de la gente. Yo subrayo que colateralmente es una forma de estimular la actividad física en la población usuaria, revalorizando este medio de transporte en plena era del automóvil.  
En la actualidad Vélib está concentrada en mejorar la disponibilidad de bicicletas y su estado mecánico, éste último para contrarrestar el vandalismo, que también existe y cuya penalización se está avizorando con más energía. Otra preocupación es la de ofrecer de manera gratuita los servicios llamados  P’tit Vélib a los menores de 2 a 8 años, para los que se está poniendo a disposición una gran cantidad de puestos en lugares accesibles para los niños. Por si fuera poco, y para los que buscan comodidad, a lado de los puestos de bicicletas se han establecido puestos para alquiler de autos pequeños eléctricos, que funcionan casi con la misma modalidad que las bicicletas. El servicio se llama Autolib.  

El logo del programa Villo! de Bruselas
Un poco antes, el 17 de septiembre de 2006, se lanzó en Bruselas el programa Ciclocity por la empresa JCDecaux coincidente con el Día sin Coches de ese año. El programa no tuvo éxito por el limitado alcance de la red y el poco número de bicicletas ofertadas. Fue relanzado el 2009 de manera más ambiciosa y masiva con el nombre de Villo!.
 
Como el anterior es un programa de alquiler de bicicletas públicas en la Región de Bruselas,  Capital de Bélgica. En la actualidad dispone de más de 5.000 bicicletas para alquilarlas en 360 sitios distribuidos en los 11 municipios de Bruselas. A diciembre de 2011 el sistema contaba con 27.000 abonados regulares que podían utilizar su tarjeta de transporte público para acceder a la red Villo!  La densidad de estaciones en cada municipio variaba de 0.3 a 4,5 estaciones por km²; y el promedio de uso mensual por estación fue de 1.251 bicicletas.  
En Madrid el programa se llama BiciMAD, cuya Tarjeta Anual cuesta 25 Euros, frente a los 15 de los que disponen de un abono de transporte público. El usuario ocasional paga  2 Euros por la primera hora y 4 Euros por la segunda hora o fracción, mismos que son pagaderos en las estaciones BiciMAD llamadas TOTEMS, por su forma particular. El servicio cubre las 24 horas de los 365 días del año. 

Bicicletas de Viu Bicing del Municipio de Barcelona
En Barcelona el servicio se llama Viu Bicing y es promocionado como “una forma diferente de moverte”, transporte urbano sencillo, práctico y sostenible que puedes utilizar en tus trayectos por la ciudad. Viu Bicing es tan fácil como ir en bicicleta, donde quieras y cuando quieras, sin humos ni ruido.  

Similares servicios existen en casi todas las capitales europeas con diferentes nombres. Su originalidad y adherencia en la población nos pone en situación de envidia. Mientras en los países más desarrollados se hacen esfuerzos por cuidar el ambiente y promover la actividad física, por crear infraestructura vial y caminera para promover el uso de la bicicleta, en nuestro país pareciera que se hace todo lo contrario. Cada día aumenta el apego al uso desmesurado del vehículo automotriz y el abandono u olvido de medios de transporte alternativos, como la bicicleta, que pueden tener un fuerte impacto en la salud de la población y su medio ambiente.

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