domingo, 19 de enero de 2020

Cinco años de feminicidios en Bolivia


Por Fernando Rocabado Quevedo, Médico Salubrista - Epidemiólogo

Antecedentes. -
Hace un año publicamos sobre la tendencia de los feminicidios en Bolivia, a partir de 4 años de su seguimiento; expresamos, entonces, nuestra extrañeza por no encontrar un seguimiento estricto y técnico de estos casos, tan importantes para a la sociedad en su conjunto. Existen observatorios, pero sus datos están más orientados a la abogacía, con datos proporcionados por la policía o la Fiscalía del Estado. Hace falta mayor seguimiento técnico y estudio de cada caso ocurrido en el país. Para darle más solidez y continuidad a aquella nuestra investigación, ahora, en 2019, hemos dado continuidad a ese primer estudio, que ahora ya cuenta con cinco años de vigilancia. Por esta razón sugerimos que la lectura de este artículo sea complementada con la lectura de aquel primer artículo (1), donde se explica con mayor detalle la metodología.
La CEPAL hace un seguimiento continuo de los feminicidios en 19 países, a través de su Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe. Según éste, en 2018, El Salvador siguió ocupando el primer lugar con una tasa de prevalencia de 6,8 por 100.000 mujeres; le sigue Honduras con 5,1 (2017); Santa Lucía (4.4), Trinidad y Tobago (3.4). En quinto lugar, se encuentra Bolivia, con 2,3 por cien mil (2018) (2).
Por otro lado, el Observatorio “Manuela” del CIDEM, basándose en el monitoreo de medios de comunicación, reportó el año 2011 un total de 96 casos: el año 2012, 99 casos; y el 2013 un total de 110 casos. La tasa calculada en 2011, fue de 2,99 feminicidios por cada 100.000 mujeres (4).
En Bolivia se comenzó a hacer el seguimiento de los feminicidios en 2013 y, desde entonces, el conteo ha ido mejorando paulatinamente. La información la proporciona la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) y, de manera más sistemática, la Fiscalía del Estado, que tiene un apartado dedicado al tema. Para 2019, el Fiscal del Estado ya ha hecho su informe mediante un recuento del número de casos por Departamento (3). El total de feminicidios fue de 117, es decir, 11 menos que en 2018, cuando se registraron 128 casos. El Fiscal Lanchipa en su informe dijo que “son muchos los factores que están detrás de cada una de las muertes como el tema del machismo, la discriminación por solamente ser mujer, intolerancia y falta de respeto”. 
De acuerdo con la prensa, de los 117 asesinos, 22 tienen sentencia condenatoria por procedimiento abreviado, 10 cuentan con extinción por muerte del agresor, el resto en proceso de enjuiciamiento. 
Los cinco años de observación nos han permitido afirmar que existe una tendencia a cierta estabilidad en números absolutos, pero principalmente en sus tasas de incidencia y/o prevalencia, al igual que en otros países que tienden a estabilizarse y cambian lentamente. En España, por ejemplo, 55 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en 2019, cuatro más que en 2018. Según la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, después de 15 años de vigencia de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, hubo una reducción desde 70 víctimas anuales a cerca de 50 (5). En Francia el número está en torno a 120 (6), lo mismo que en el Perú (7), que tiene tasas tres veces menores que las de Bolivia (2). 
De la necesidad de contar con datos sistemáticamente manejados y desagregados por departamento u otra variable, emerge el estímulo para hacer estos cálculos.

Metodología. –
Tal como lo expresamos anteriormente, existe la costumbre de hablar únicamente en términos de números absolutos, principalmente para explotar el impacto que da su enunciado, apto para abogacía, pero menos útil para las políticas, esto porque los lugares donde se producen más muertes en números no son necesariamente los más peligrosos para las mujeres. El manejo de tasas o números relativos nos orientan mejor sobre esta peligrosidad, porque están referidos a su población.
Para el cálculo de la tasa de feminicidio o femicidio, utilizamos la definición de la CEPAL que dice que es la “cuantificación anual del número total de homicidios de mujeres de 15 años de edad y más, asesinadas por razones de género De acuerdo a las legislaciones nacionales se denomina femicidio, feminicidio u homicidio agravado por razones de género”. El numerador son las mujeres de este grupo de edad asesinadas por razones de género; el cociente se expresa en tasas por cada 100.000 mujeres mayores de 15 años. Esta definición coincide con lo que establece la legislación boliviana.
Para nuestros cálculos hemos utilizado las proyecciones de población del INE para los años 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019 por departamento. Lamentablemente no encontramos esta información desglosada por sexo, por lo que tuvimos que estimarla. Sobre la población total de cada departamento obtuvimos la población femenina correspondiente, sacando el 50,1% del total, que proviene de la razón de femineidad del Censo Nacional de Población y Vivienda, 2012 (8).
Del mismo Censo sacamos los datos de mujeres mayores de 15 años para cada departamento, puesto que este porcentaje no es similar en todos. Hay departamentos con población más joven y otros con población más vieja. En orden decreciente estos porcentajes son los siguientes: La Paz, 71,9%; Tarija, 71,2%; Oruro, 70,2%; Cochabamba, 69,8%; Santa Cruz, 68%; Chuquisaca el 67,4%; Potosí, 66,4%; Beni, 64%; y Pando, 61,3%. (8).
Calculada la población de mujeres mayores de 15 años, sacamos la tasa de incidencia por departamento y nacional. Solo con fines de conocimiento sacamos, también, la tasa de feminicidios referida a la población total (hombres y mujeres) nacional y de cada departamento.
La mayor parte de los organismos utilizan la tasa de prevalencia y no la de incidencia; nosotros consideramos que es más apropiado utilizar la de incidencia, que es el número de casos nuevos de una enfermedad o de un evento, sobre la población en la mitad del año, por 100.000. La tasa de prevalencia es el número de casos nuevos y antiguos del mismo evento, sobre la población mencionada, por 100.000. Como se trata de una tasa de homicidios los casos siempre son nuevos, no existen casos antiguos, por eso consideramos que es más correcto denominarla como tasa de incidencia. Simplemente, se trata de una cuestión de propiedad metodológica, el valor del resultado no varía, por aquello de que prevalencia es igual a incidencia por la duración del evento.
Con esos criterios hemos hecho los cálculos para los años 2015 al 2019, utilizando la información disponible en la Fiscalía General del Estado, que comenzó a recoger datos en 2013, pero todavía incompletos; consideramos que desde el 2015 los datos parecen más consolidados y uniformes (9).

Resultados. -      
Los resultados del 2019 están expresados en la tabla 1, para el resto de los años se puede visitar la publicación anterior (1). En esta tabla se muestra que los feminicidios para este año fueron 117, con una tasa de 1,02 por cien mil para la población general y de 2,94 por cien mil, para la población de mujeres mayores de 15 años.
En este año la incidencia mayor la ha tenido nuevamente Oruro, 5,18 por 100.000; seguido de Pando, 4,76; Cochabamba, 3,5; Tarija; 3,42; La Paz, 3,41; Potosí, 3,34, todos ellos por encima de la media que fue de 2,94. Beni, 2,72; Santa Cruz, 1,90 y Chuquisaca, 0,92, fueron los tres departamentos con incidencias menores que la media nacional. Estas tasas las hemos graficado de mayor a menor en la Figura 1; la barra en rojo denota la incidencia nacional, de 2,94.
En la tabla 2 hemos concentrado la información de los cinco años de seguimiento, mostrando la frecuencia o número de casos y la incidencia por 100.000 mujeres mayores de 15 años por departamento. El año de mayor incidencia ha sido el 2018, con 3,27 por 100.000 mujeres mayores de 15 años, provenientes de las 128 mujeres asesinadas. El de menor es el 2017, con una tasa de 2,82 por 100.000, de 109 feminicidios. El resto de los años se acercan a la tasa media nacional.

Tabla 1
Feminicidios en Bolivia, 2019
Departamento
Feminicidios 2019
Población 2019
 Incidencia población general
Mujeres de 15 años y +
Incidencia  mujeres de 15 años y +
Oruro
10
544608
1,84
193069
5,18
Tarija
7
573331
1,22
204514
3,42
Pando
2
149214
1,34
41984
4,76
Cochabamba
25
1999933
1,25
707748
3,53
La Paz
36
2904996
1,24
1056878
3,41
Chuquisaca
2
631608
0,32
216258
0,92
Potosí
10
894466
1,12
299338
3,34
Santa Cruz
21
3297483
0,64
1105448
1,90
Beni
4
474257
0,84
147209
2,72
Nacional
117
11469896
1,02
3976521
2,94


Figura 1





Tabla 2
 Feminicidios en Bolivia, 2015 - 2019
Depto.
No. 2015
Incidencia x 100.000
No. 2016
 Incidencia x100.000
No. 2017
Incidencia
x100.000

Incidencia
x100.000

Incidencia
 x100.000
No. 2018
No. 2019
Oruro
6
3,26
6
3,22
7
3,71
12
6,29
10
5,18
Tarija
9
4,73
5
2,58
9
4,56
12
5,97
7
3,42
Pando
0
0,00
1
2,65
0
0,00
2
4,93
2
4,76
Cochabamba
31
4,64
31
4,57
30
4,36
27
3,87
25
3,53
La Paz
35
3,41
30
2,90
27
2,59
33
3,15
36
3,41
Chuquisaca
6
2,87
5
2,37
10
4,70
6
2,80
2
0,92
Potosí
6
2,07
8
2,74
5
1,70
7
2,36
10
3,34
Santa Cruz
15
1,49
22
2,13
16
1,51
26
2,41
21
1,90
Beni
2
1,43
3
2,12
5
3,49
3
2,06
4
2,72
Nacional
110
2,93
111
2,91
109
2,82
128
3,27
117
2,94




Figura 2




Los datos de incidencia de estos cuadros los hemos resumido gráficamente en la Figura 2, donde notamos departamentos que aparecen repetidamente por encima de la media nacional. Llama la atención la uniformidad de las columnas del departamento de Cochabamba, donde sus cinco barras aparecen de manera compacta; está entre los departamentos con tasas más elevadas, junto a Oruro y Tarija, ciudades de tamaño medio que sorprenden por sus tasas elevadas, además, con picos epidémicos sobresalientes en 2018. Pando es el departamento más pequeño, con una población reducida, donde un solo asesinato puede elevar sus tasas notablemente, como fueron los casos de 2018 y de 2019, cada uno con dos muertes que le dieron una tasa de 4,93 y 4,76 por 100.000, respectivamente. La Paz tiene una situación ligeramente superior a la media nacional, lo mismo que Chuquisaca, que está ligeramente por debajo de la media, y que en 2017 tuvo un pico pronunciado y en 2019 un bajón, también notorio. Llama la atención Santa Cruz que, pese al elevado número absoluto de muertes (pero siempre muy por debajo de Cochabamba y La Paz), tiene tasas menores a la media nacional, lo mismo que el Beni.
Estas observaciones se corroboran en la Figura 3 donde hemos colocado el promedio de los feminicidios de cinco años, por departamento y nacional. Los tres departamentos con mayor incidencia son Oruro, Tarija y Cochabamba, con valores promedio muy por encima de la media nacional que es de 2,97 por 100.000 (D.E.= 0,15).  Oruro, presenta 4,33 mujeres asesinadas por cada 100.000 mujeres mayores de 15 años, seguido muy de cerca por Tarija, con 4,25, y Cochabamba, con 4,19 por 100.000. La Paz se aproxima a la media nacional con una incidencia de 3,09 por 100.000. Chuquisaca está cercanamente debajo de la media con 2,73 por 100.000, seguido de Pando, 2,48; Potosí, 2,44; y Beni, 2,36. Llama la atención que durante todo este período y en su promedio, Santa Cruz tiene la menor incidencia nacional, 1,89 por 100.000.
La Figura 4 resalta, en números absolutos, la frecuencia de feminicidios en los cinco años y su promedio, que es de 115, con una desviación estándar de 7. Este promedio tiene un valor pronóstico porque permite calcular el número de feminicidios que se podrían esperar en los próximos años.


Figura 3



Figura 4



Esta figura se complementa con la de la Figura 5 que nos muestra las líneas de tendencia sobre la base de la información de los cinco años. Se confirma una cierta horizontalidad en la línea de tendencia, con tasas similares en cuatro años y un incremento de 15% en el 2018, que es el año con mayor número de muertes denunciadas, 128, y una tasa de 3,27 por 100.000 mujeres mayores de 15 años. Sin embargo, aplicando la línea de tendencia de las medias móviles, esta notoria subida que se expresa como un quiebre, se atenúa un tanto.


  Figura 5





Conclusiones.
Los datos que hemos utilizado son de la Fiscalía General del Estado, que desde 2015 parecen más consolidados y uniformes, por lo que pueden ser aptos para el seguimiento si se mantiene esa actividad en dicha oficina, aunque su base de datos debe ser accesible para los investigadores y debiera contener mayor cantidad de variables para complementar estas estadísticas descriptivas con otra información de los casos y de los autores. De cualquier manera, hemos logrado captar información de cinco años, lo que ya es un logro en cuanto a seguimiento. El promedio de casos en los cinco años ha sido de 115; lo que significa que es el número de casos que esperamos para el siguiente año, mismo que puede variar entre 108 y 122, que es una desviación estándar por debajo o por encima de este promedio. La estimación que hicimos en 2018 fue de 114 y el 2019 terminó con 117, lo que nos da una cierta confianza en la predicción, a no ser que se suceda una verdadera epidemia de feminicidios, que desborden nuestros cálculos. Lo mismo sucede con las tasas nacionales, que dan un promedio de 2,97 por 100.000, que está a 6 décimas por encima de las calculadas por la CEPAL, pero parecida a la del CIDEM, de la Argentina. La diferencia puede atribuirse al manejo de las poblaciones; recordemos que hemos estimado la población femenina de todo el país y la de mayores de 15 años para cada departamento.
El departamento con mayores tasas de feminicidios, en el promedio de todos los años es Oruro, seguido de cerca por Tarija y Cochabamba.  Cada uno de estos departamentos tienen tasas 40% por encima de la tasa nacional. En síntesis, y como lo dijimos en nuestro estudio anterior, los departamentos más peligrosos para las mujeres son estos tres, y de manera consecutiva, casi todos los años. Sin descuidar a ninguno de los demás, estos merecen un estudio y seguimiento más profundo, buscando encontrar las causas estructurales y/o culturales que los condicionan, lo cual debe generar las políticas específicas.
Los dos departamentos que se aproximan a la media, son La Paz y Chuquisaca, este último gracias a una disminución notable de casos en el 2019. Finalmente, los departamentos con tasas bastante por debajo de la media son Potosí y los tres departamentos del oriente boliviano, siendo Pando el que tiene las mayores tasas entre los tres, aunque con cambios bruscos por su escasa población, de menos de 40.000 mujeres mayores de 15 años. Durante dos años no hubo ningún asesinato de mujeres, pero en cuanto se presenta un solo caso la tasa aumenta considerablemente, como en 2016 y, más aún, con dos casos como en 2018 y 2019. En todo el país el departamento con menor tasa de feminicidios es Santa Cruz, que tiene 36% menos de casos que la media nacional y mucho menos que Oruro, que tiene 2,3 veces más feminicidios que Santa Cruz.
La tendencia de los feminicidios tiende a la horizontalidad, o sea se mantiene sin muchos cambios a lo largo de los años, o los cambios no son tan rápidos como uno espera. Sucede lo mismo que en otros países, donde el número de feminicidios cambia muy lentamente, tal es el caso de España o Francia. Este es un fenómeno que merece mayor atención y contradice la idea de que los feminicidios aumentan de manera considerable de año en año o que podemos bajar su incidencia de manera abrupta, con pura decisión política. Probablemente esta difícil movilidad de las tasas se debe a la complejidad del problema y a factores diversos, principalmente culturales, difíciles de cambiar de manera rápida.
Si bien estamos fijando un margen de frecuencia de casos esperados, esto no quiere decir que ésta sea una regla fija; pueden darse años con mayor presentación de casos como en el 2018 que, con 128 asesinatos, parece ser un año epidémico. También podría darse a la inversa, una presentación menor; no olvidemos que estamos ante fenómenos biológicos y sociales.
Causa extrañeza que el INE no proporcione datos de la población total ni departamental por sexo, por lo que hemos tenido que calcular la población de mujeres a partir de sus datos de población total, lo mismo la población de mayores de 15 años, que es diferente en cada departamento; consideramos que el cálculo debe hacerse con poblaciones específicas para cada uno de ellos (7).
Se ha calculado también la incidencia para la población total del país (hombres y mujeres), que es 2,9 veces menor que la incidencia en mujeres de más de 15 años, en todos los años.
Insistimos en nuestra sugerencia de manejar el tema de los feminicidios como un evento más de vigilancia epidemiológica dentro del Ministerio de Salud, para tener un centro de referencia y obtención de información confiable con fines de investigación; esta información debe manejarse junto a otras variables relacionadas con el caso, tanto de víctima como de victimario. Los esfuerzos realizados por ONG’s o instituciones privadas nos parecen insuficientes, voluntariosos o de poca escala y duración.
Finalmente, el estudio profundo de cada caso y de sus factores aparejados pueden llevarnos a comprender más sobre las determinantes sociales, los factores de riesgo y los factores causales directos en juego, mismos que nos orientarían sobre las intervenciones y políticas a ejecutar, con mayor éxito y seguridad. Parece evidente que algunos de estos factores son difíciles de cambiar, muchos de ellos están ligados con sociopatías, piscopatías, inestabilidad emocional, y con casos impredecibles; por lo que es importante dibujar algunos patrones de conducta o formas de violencia de género sobre los que se puede o no se pude intervenir con éxito. Es necesario profundizar la investigación y no quedarse con el manto o el telón de fondo llamado machismo.

Referencias. –
2)      Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe. https://oig.cepal.org/es/indicadores/feminicidio
4)      Feminicidio en Bolivia, Acceso a la justicia y desafíos del Estado Boliviano. Bolivia, 2015.
6)      https://www.lemonde.fr/societe/article/2019/07/10/en-2018-121-femmes-ont-ete-tuees-par-leur-conjoint-ou-ex-compagnon_5487818_3224.html
8)      Bolivia: Población estimada y proyectada por departamento, según años calendario, 2000-2025. Instituto Nacional de Estadística, Revisión 2014.
9)      Fiscalía General del Estado. Rendición Pública de Cuentas. Final 2018 – Inicial 2019. https://drive.google.com/file/d/1VjYUmJ__y1CimHbbQgwARqsuZk_sEHf2/view 

1 comentario:

  1. Gracias, Fernando. Muy útil y oportuna información para tenerla en cuenta como referencia.

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